En un mundo donde la Ley y la Corrupción se entrelazan . Dos hombres están a punto de enfrentarse a sus propios demonios .
Lee Yoongi , joven de 27 años, intenso, con una energía emocional única, un abogado implacable , atormentado por un pasad...
Tome la avenida, para regresar, mientras sentí la sangre hervir en mis venas, por más que respiraba profundamente, para canalizar la ira, no podía, se me hacía imposible, me repetía mentalmente que debía ser profesional, actuar con inteligencia, no podía sacar de mi mente a ese atrevido, insolente, desvergonzado, desfachatado, ahhhh Jang Dong Jimin que irreverente eres… la luz verde en el tablero de al lado titilaba indicándome una llamada entrante y quien era no desistía porque ya llevaba varios minutos, por lo que presione el botón para atenderla.
- Baje del auto. -Señor no debería manejar así —escuche una voz.
-¿Desde cuándo son mis niñeras? —pregunte, cuando Mr. Kim descendió.
—Le he dejado claro a Namjoon que no los necesito, así que se largan.-le dije soltando esa rabia que me torturaba.
-Señor no es su decisión, no aceptamos sus órdenes, trabajamos para el señor Namjoon, no para usted y las órdenes precisas de su tio son protegerlos a usted y al joven Jungkook. Así que prosiga.
-Pues dígale a mi tío que no quiero, si llegase a necesitar, yo mismo contrato mis guardaespaldas ¿Esta claro? —pregunté sin que en él mermará la molestia.
-¡Bien! se largan ahora mismo o mañana entablo una demanda por persecución. —les amenace.
-No lo perseguimos, solo lo protegemos. —aclaró Mr Kim, que ya estaba preparado para eso.
—Es nuestro deber y eso está claro, no hay demanda que nos afecte, al menos que quiera demandar a su tío. Su comentario me enfureció.
-No quiero que me jodan la vida. Andaré en los lugares que quiera, saldré con quien quiera, no acepto sugerencias, ni consejos, ni nada que se le parezca, no quiero que se metan en mi vida, no podía mas con la ira y me fui contra el (Shibbal) grite… pero lograron controlarme. — me encamine, sintiéndome molesto y derrotado porque sabía que no podía ir en contra de Namjoon y ya esta era la tercera vez que le descubría los guardaespaldas que me asignaba.
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