En un mundo donde la Ley y la Corrupción se entrelazan . Dos hombres están a punto de enfrentarse a sus propios demonios .
Lee Yoongi , joven de 27 años, intenso, con una energía emocional única, un abogado implacable , atormentado por un pasad...
Me encontraba en la tienda trabajando, colocando unos accesorios a uno de los maniquíes, ya casi terminaba y me había llevado unas dos horas, mucho más tiempo del esperado, debido a la lesión en mi cuello y mano.
Alguien golpeaba el cristal de la ventana y volví la mirada, era nada más y menos que el hombre alto, de tez blanca y cabello negro, atractivo, serio e interesante, que me atropello la semana pasada.
-¡Esta cerrado! —le grite, lo que menos quería era atenderlo, sobre todo por ese magnetismo inexplicable que una vez más subía por mis pies expandiéndose por todo mi cuerpo, lo vi caminar hacia la puerta de cristal y recordé que no estaba cerrada. —Le he dicho que está cerrado.—observando al hombre que entraba.
-Al menos que haya venido a disculparse.
-No tengo porque hacerlo, fue usted quien se atravesó, de hecho he venido a traerle la cuenta del taller.—expuso mirándome con tanta intensidad que sentía que me atravesaría.-
-Es usted…¡¿Está loco?! ¿Cómo puede tener la desfachatez de pedir que yo le pague algo? Cuando el afectado he sido yo, ¡Mire! —le dije mostrándole las cintas en mi cuello y hombro.-¿Cómo demonios me ha encontrado? Rugi ante el descaro del hombre.
-¿Es un acosador? —pregunte sin poder creer que me había rastreado. -
¿Cómo es que tiene mi matricula?
-Tengo buena memoria, en cuanto a lo de ser un acosador, si lo fuera, no es usted mi tipo de presa, es más del tipo de Seo Joon- Quede impactado con lo que dijo el hombre...
-¡Es usted un abusador! —exclamó sumamente molesto. —Lárguese antes de que me lesione todo, porqué le daré un derechazo en la quijada que también tendrá que traerme la cuenta del traumatólogo.
-No es necesaria la agresividad. —Aquí tiene la cuenta. -me hizo saber extendiéndome un papel.
-¿Sabe quién le va a pagar esa cuenta? —exprese.
-Mis antepasados no le cayeron a golpe a mi carro, por lo que no tiene por qué recordarlos.- me contesto.
-Bien ¿Quiere que le pagué? Lo haré, solo si el juez me dice que tengo que hacerlo, ahora lárguese. —le dije mientras lo empujaba hacia la salida de la tienda.
-Está bien, sé que ganaré.—me informó dándose media vuelta y encaminándose antes de salir de la boutique y me miró una vez más en silencio, al tiempo que sacaba una nueva tarjeta. —Por si necesita un abogado, así los honorarios quedaran en la firma. —dicho esto salió del local.
-¡Imbécil! —exclame a punto de grito, mientras lo veía encaminarse a su auto y subirse. -¿Qué se ha creído? Maldito hombre que te crees el dueño del mundo, piensas que por ser un adonis me tienes rendido a tus pies … idiota.
“Me sentía molesto, primer hombre que me retaba de esa manera y ni siquiera esta interesado en mi, ni siquiera me dio pie para que usara mis estrategias y salir airoso.”
***
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
