SELENOSIS AFABLE 1 ||YOONMIN||

CAPÍTULO 22 La Batalla de la Ofensa y la Dignidad

ZM MILLENIAL, se encontraba cerrada, por inventario y cambio de  tema, dentro se encontraban Jimin y Jin, organizaban la nueva colección, y los nuevos cuadros, para darle un toque más  sofisticado a la decoración.

Siempre que están juntos, aparte de trabajar aprovechan de bailar y divertirse, el amor y unión entre Hoseok y sus pequeños era inmenso y real, tanto así que no habían hecho ningún comentario acerca del regreso a la mesa en el local nocturno el viernes pasado, si notaron el cambio en su estado de ánimo, pero sabían muy bien que no le gustaba que nadie se metiera en su vida y mucho menos en sus sentimientos, los cuales sabia dominar muy bien, el fin de semana se lo pasó encerrado en su departamento, sin hablar con nadie y el lunes llegó como si nada  a la boutique, hoy martes tenía más energías que un ejército.

-Los chicos  fueron interrumpidos por un hombre que llamaba a la puerta y Jimin reconoció en este a uno de los guardaespaldas de Lee Yoongi por lo que se encaminó a abrirle, más que todo por cortesía, no porque tuviese ganas de atenderlo.

-Buenos días, Joven Jimin. —saludó.

-Buenos días señor, cómo puede leer estamos en inventario —le hice saber. -Si necesita alguna  prenda, puede regresar mañana. —tratando de ser lo menos grosero posible.

-No he venido de compras Joven, solo a entregarle esto. — extendiendo delante de el un sobre. —Se lo envía el señor Lee.

jimin miró al hombre que le ofrecía el sobre y dudo en recibirlo, pero sabía que no tenía nada que perder, el guardaespaldas agradeció con una reverencia el que lo aceptara.

-Gracias Joven Jimin, feliz día. —le dijo, se dio media vuelta y se marchó.

Jimin cerró la puerta y en ese momento se dio cuenta de su  descortesía por no haber invitado a pasar al hombre, caminó observando el sobre al cual le daba vuelta en sus manos y lo detuvo al ver en la parte posterior el membrete en letras doradas, el nombre de un despacho de abogados con el apellido Lee, números de teléfonos, correo electrónico y dirección.

-¿Y eso? —preguntó con curiosidad Jin al ver el sobre en las manos de Jimin.

-No tengo idea. -respondió alzándose de hombros de manera despreocupada.

-Bueno revísalo. —con la mirada clavada en la envoltura, le pidió impaciente.

Jimin se sentó en un banco alto y rasgó el sobre sacando un cheque, al ver la cantidad no pudo evitar que sus ojos se abriesen desmesuradamente, trataba de coordinar ante la cifra cuando Jin se lo arrancó de la mano.

-¡La madre que lo pario! -exclamó sorprendido al ver el monto.
Jimin reviso el interior del sobre y encontró una nota, la cual estaba escrita a mano con una escritura imprenta que le pareció masculina y atractiva.
"Es el pago por el trabajo realizado en el gimnasio, sé que no es el monto acordado, sin embargo, quise acreditar algo extra por su excelente servicio, incluyendo los besos del viernes. Espero sea suficiente.
Lee Yoongi."

La boca de Jimin se abrió ante la rabia y sorpresa que lo azotaba, su corazón empezó a latir violentamente y la sangre aumentó su circulación y temperatura.

-Ese hijo de puta que se ha creído. —su voz evidenciaba la rabia que se había despertado en él, le arrebató el cheque a Jin, se puso de pie y prácticamente corrió hasta su oficina, en busca de su cartera.

-¿Qué ha pasado? -preguntó Jin desconcertado ante la actitud colérica de su amigo, al ver cómo buscaba dentro las llaves del carro.

-Me cree puta el muy desgraciado. -le hizo saber sin detenerse encaminándose a la salida, con cheque, nota y sobre en mano.