Johan Liebhear

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"Vivir, morir, querer, odiar.
Todo te lo debo a tí, ángel. "



















༊࿐ ͎. 。˚ ° ⊹ ˚


Hoy no me siento bien, hoy no quiero sentir. No quiero ser, no quiero estar. Hoy no. Suelo pedir dejar de estar, dejar de sentir, dejar de querer. Le ruego a algo que ni sé si existe, a alguien o a algo que me escuche.

Ojos cansados adornan mi rostro, manos que alguna vez fueron suaves sienten la textura del suelo en el que me encuentro muerta.

Un palpito punza en mi cabeza, pero permanezco mirando hacia abajo junto con mis brazos flácidos a los costados. ¿Dónde está aquello que llaman fuerza? Fuerza, ganas, poder. ¿Dónde, dónde estás?

El frío me recorre con avidez, calando mi cuerpo con su sensación helada.

Estoy aquí, sola. Muerta. Sintiéndome un eco.

El colchon viejo y rígido en el que mi debil cuerpo descansa se siente tan frío a pesar del calor natural que emana mi cuerpo... Junto con la almohada que sostengo en mi pecho, misma que se siente igual de helada que la habitación, a pesar de que la abrazo como si se tratase de un amante. De un ser querido.

Hace tanto frio.

Y sin quererlo, estando ahí como siempre igual que una alarma, comienzo a extrañar. Me extraño a mí misma, a mi amor, a mi felicidad, a mi corazón, extraño mi alma.

He sido quemada, hecha trizas, consumida y odiada. Amada, pero no tanto. Querida, pero no lo suficiente.
Mi corazón hecho polvo. Cenizas que ahora posan en el hueco que se hunde en mi pecho. Todo me lo quitaron.

No tengo nombre. Ni lugar, ni un sitio. Nada.

No tengo carne, no tengo piel. Soy una sombra, un suspiro, soy algo que fué y que ya no existe. Soy y no quiero ser.

Soy alguien egoísta por reunir mis huesos, conservar aquello que me hace humana, pero él vino y me consumió hasta dejarme sin nada.

Él se llevó todo, me lo quitó. Me lo arrebató.

Se llevó mi amor, mi vida, mi sangre.

Mi mente yace en un limbo, en un océano oscuro y denso, en el fondo... En lo más profundo, el agua me comprime como un papel frágil, me siento aplastada.

No tengo oídos. No puedo escucharte llamar un nombre. ¿Porqué te diriges así a mi? Él se llevó mi nombre.

Me lo arrebató para ser igual que él.

ᴏɴᴇ sʜᴏᴛsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora