Estoy en la oscuridad. En lo espeso de la negrura. En lo solitario. Vivo en el silencio, también en el miedo.
Mi mundo no es el mismo que el tuyo.
Pero me verás en él cuando estés en la neblina. Cuando tu alma mundana toque mi territorio y necesites de mi.Entonces estaré ante tí cuando de tus labios escuche un juramento y tus ojos estén clausurados.
Me esperarás. Iré por ti.
***
El humo color lechoso se escapó cuál suspiro de sus labios, mismos que yacen rojos, casi morados por el frío.
Observó el suelo bajo sus pies, pero no fue capaz de levantar la cabeza. Aún no.Él caminó lentamente. Con su rostro gacho, negándose a mirar a su alrededor. Lágrimas espesas bajaron por sus mejillas, mojandole el cuello sin contemplaciones. Pensó en si mismo, y solo la imagen de un hombre totalmente abatido y miserable le recordaba porqué estaba aqui. Y tan cansado, un hombre cansado. Un frío tenaz le recorrió el cuerpo con furia, pero la sangre que bajó de su nariz fue suficiente para calentar ligeramente su rostro. Pero su andar no se paró. No logró detenerse, así quisiera.
Tamaki estaba exhausto. La cabeza le palpitaba incesantemente, sentía que pronto explotaría. Pero aquello realmente no importaba. El pobre hombre solo necesitaba un descanso para su mente. Un descanso eterno. Y el golpe que recibió de aquellos matones que se esmeraban en hacerle la vida imposible, no fue lo suficientemente fuerte para noquearlo. Pero si para dejarle una nariz congestionada en sangre.
No planeó que fuera hoy el día de poner en juicio su cordura. Quizá... quizá vendría aquí un día en el que su aburrimiento le exigiera un poco de adrenalina. O cuando su depresión se esfumara unas horas y una descarga de dopamina le azotara la cabeza.
Pero ahora, lo único que necesitaba era un respiro.
Y solo deseó estar inconsciente. Así fuera mediante golpes, durmiendo, drogas, o cualquier otra cosa que le diera un descanso.
Caminaba como un muerto en vida, pasos lentos dejaban una huella oscura en la nieve a sus pies, arrastrándola. Pronto se encontró a sí mismo en lo más profundo del bosque, pero la neblina tan espesa a su al rededor le bloqueó la vista.
Se repetía mil veces por segundo su propósito. Su motivo de estar aquí. Pero el temor no se iba.
Quería verla.
Tamaki no se consideraba un fanático de lo mítico, de cuentos urbanos u leyendas. Desde niño, oía con inocente curiosidad los mitos entre sus compañeros de clase, cuando hablaban de brujas que sacrificaban bebés, o duendes que escondían sus pertenencias.
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ᴏɴᴇ sʜᴏᴛs
Fiksi Penggemarmis pensamientos y escenarios ficticios plasmados en personajes de anime!!! 𖦹𖦹𖦹𖦹𖦹𖦹𖦹𖦹𖦹𖦹𖦹𖦹𖦹𖦹𖦹𖦹𖦹𖦹𖦹𖦹𖦹𖦹𖦹𖦹𖦹𖦹𖦹 ©2022