Andre

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Narra Andre: 

El primer día con mi "familia" fue una experiencia diferente, y para ser honesto, nunca pensé que viviría algo así. En el Palacio Real, cenábamos a la hora establecida (7:30 p. m.), y durante la cena no podíamos hablar; las conversaciones se reservaban para reuniones o para más tarde. Al terminar de cenar, debíamos ir a la cama o a las habitaciones, pero no se nos permitía estar despiertos más allá de las 9:00 p. m. En cambio, en mi nuevo hogar temporal, cada uno cena lo que desee o incluso puede optar por no cenar. Se nos permite dormirnos en cualquier momento y podemos ir a la habitación en cualquier momento para descansar. Fue esa noche cuando escuché una voz. Estaba en mi habitación, leyendo un libro, cuando oí una voz fuerte y grave, diferente a la que una chica debería tener pero muy hermosa. Dejé mi libro en la cama y me dispuse a averiguar quién estaba cantando. Me asomé a la puerta de la habitación de la chica llamada Andrea, pero la llaman Andy. Me apoyé en el marco de la puerta y allí la vi, sosteniendo una guitarra acústica en sus manos y sentada en una butaca color gris.

"But when the music fades,

And the night comes to an end then you would know is a night change

Night Change, Night Change, Night Change is a night change."

Anteriormente, en la ficha sobre Andy, me habían informado de que era cantante, pero no me había molestado en buscar sus canciones o investigar más sobre ella. Sin embargo, debo admitir que es una de las mejores cantantes que he escuchado tocar en vivo. Cuando terminó de cantar, aplaudí de manera ruidosa, lo que provocó que Andy se percatara de mi presencia. No dudó en dirigirme una mirada asesina, y yo me apresuré a disculparme.

—Lo s-siento, escuché a alguien cantar y me llamó la atención saber quién era.

—¿Puedo ayudarte en algo? —preguntó Andy.

—No, solo buscaba averiguar quién estaba cantando.

—¡Bien hecho, Sherlock Holmes! Encontraste a la chica misteriosa. Ahora vete y déjame en paz.

Al ver la reacción de Andy, me sentí un poco avergonzado por interrumpirla, pero su comentario sarcástico me hizo sonreír. A pesar de su aparente frialdad, algo en su forma de ser despertaba mi curiosidad y me impulsaba a querer conocerla más. Era algo diferente, como si esta chica sin intentarlo me pudiera pedir cualquier cosa y yo la haría sin dudarlo.

Decidí aprovechar la oportunidad para entablar una conversación.

—Por cierto, esa canción que cantaste antes, ¿es tuya? —pregunté, tratando de romper el hielo.

Andy levantó una ceja con sorpresa antes de responder.

—Sí, es una de mis composiciones. ¿Te gustó?

—Mucho, de verdad. Tienes un talento increíble.

Hubo un breve silencio antes de que Andy hablara de nuevo.

—Gracias, supongo. Pero no esperes escucharme cantar muy seguido. No soy fan de las audiencias.

Su tono era un tanto áspero, pero detecté una ligera sonrisa en sus labios. Parecía como si estuviera acostumbrada a protegerse detrás de una capa de sarcasmo.

—Entiendo —respondí con cautela—. Aunque sería genial poder escuchar más de tus canciones en algún momento.

Andy me miró con una mezcla de sorpresa y escepticismo, pero asintió levemente.

—Veremos qué pasa —dijo en voz baja.

Con eso, la conversación llegó a su fin y cada uno se retiró a descansar. Mientras me preparaba para dormir, no pude evitar pensar en la intriga que despertaba Andy en mí. Quizás había más en ella de lo que parecía a simple vista, y estaba decidido a descubrirlo. Iba a descubrirlo.

Royal FacesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora