Andy

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Narra Andy: 

Una semana después de la conversación en el parque con Andrew, debo admitir que nuestra relación se hizo más fuerte, pero sentía que no lo conocía como me gustaría. Quería que me dejara entrar. Tenía un plan: hace un día, Lau me había dado la noticia sobre un concierto que daría en un festival de música de dos días en una playa de Guatemala. Mi familia tenía una casa allí, por lo tanto, me quedaría con Lauren desde el viernes hasta el lunes.

—Lau, ¿puedo traer un invitado extra al concierto y al viaje? —pregunté en la reunión previa al concierto.

—Supongo que sí, pero solo si él está dispuesto a quedarse por tres días.

—¿Cómo sabes que es él? —dije alzando una ceja—. Yo nunca lo mencioné.

—Es obvio que quieres invitar a Mario. — Lau sabe lo bien que me llevo con él, pero no era Mario a quien quería que viniera. Si Mario llegase, probablemente nos hartaríamos del otro y terminaríamos peleando. En cambio, con Andre solo podríamos conocernos más.

—En realidad...

—¡¿Quieres invitar al Príncipe de España!? ¿En qué momento dejaste de odiarlo? — Tal vez debí haberle contado a Lau sobre mi amistad con Andre.

—Es una historia para otro momento —dije mientras mis mejillas se tornaban rojas—. Regresando al tema, ¿puede venir o no?

—Sí, solo no quiero dramas. Y recuerda hacer tus ejercicios vocales.

—Sí, sí, los ejercicios y los enfriamientos y no forzar la voz, lo sé, Lau.

—Solo quiero que des un buen concierto. — Lau era una persona que siempre quería que diera lo mejor de mí y se esforzaba para que todo lo que hiciera fuera excepcional. — Eres como una hija para mí, Andy, y me encanta estar contigo ayudándote.

—Y tú eres como mi segunda madre, pero a veces necesito saltar del nido.

Lau me estruja en sus brazos y besa mi cabello corto y ligeramente ondulado.

—Gracias por recogerme, papá.

—No fue nada, Andy.

Abrazo a mi padre, bajo del auto, y me dirijo a la puerta de mi casa. Al abrir la puerta, solo está encendida la luz de Andre. Voy a su cuarto y me recuesto en el marco de la puerta donde está tocando la guitarra que le di. Esto me causa una sonrisa; reconozco la canción al instante: "Sucker" de los Jonas Brothers.

I've been dancing on top of cars and stumbling out of bars I follow you through the dark, can't get enough. You're the medicine and the pain, the tattoo inside my brain. And, baby, you know, it's obvious, I'm a sucker for you.

Entro a su cuarto y me siento al lado suyo mientras sigue cantando y me dedica una sonrisa. Cuando termina la canción, aplaudo fuertemente mientras Andre ríe.

—Qué sorpresa verte por aquí, Moonray.

—Bueno, mi reunión terminó más temprano. Así que ¡sorpresa! Estás atascado conmigo hasta las seis de la tarde.

—Qué pesadilla —bromea Andre mientras sonríe inocente cuando lo miro feo.

—Tengo una propuesta para ti —digo, cambiando mi tono a uno más serio pero con una sonrisa juguetona—. ¿Te gustaría venir conmigo a un festival de música en la playa este fin de semana? Serían tres días enteros en una playa en Guatemala, con buena música, sol y mar. Además, creo que sería una gran oportunidad para conocernos mejor.

Andre se queda en silencio por un momento, procesando la invitación, y luego una sonrisa lenta y cálida se extiende por su rostro.

—¿En serio me estás invitando a un festival en la playa? —pregunta, con una mezcla de incredulidad y emoción en su voz.

—Sí, en serio. Sería genial tenerte allí.

—Entonces, claro que sí. ¡Acepto! —responde, y ambos reímos, anticipando el fin de semana lleno de nuevas experiencias y momentos compartidos.

Royal FacesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora