Andre

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Narra Andre: 

Era sábado por la mañana, lo que significaba que Emilia llegaría hoy. Estaba nervioso porque Andy y yo no habíamos hablado mucho desde aquel momento, y me preocupaba bastante cómo su llegada afectaría mi relación con Andy. No podía evitar la llegada de la princesa de Gales, pero la incertidumbre me carcomía.

Mario tocó mi puerta con una expresión burlona y me dijo:

—¿Estás listo para lidiar con mi hermana estando de mal genio por una semana?

—No, y la verdad tampoco estoy listo para lidiar con Emilia de Gales —respondí.

Mario levantó una ceja, sorprendido.

—Pensé que eran amigos, y que los dos estaban saliendo.

—Solo nos besamos un par de veces, pero no había nada más —aclaré.

Mario soltó una risa y luego suspiró.

—Yo quiero tu suerte, la princesa de Gales es hermosa.

—Y yo quiero salir de esta conversación —dije, sintiéndome incómodo con el rumbo que había tomado la charla.

No podía evitar sentirme algo celoso del hecho de que todos siempre quisieran tener algo con Emilia. Mario tenía razón: Emilia era hermosa, con su cabello rubio, largo y ondulado, sus ojos azules con tonos grises y mejillas naturalmente sonrosadas. Era una chica muy linda y amable, pero también podía ser muy... ¿cómo decirlo? Mimada. Emilia era lo opuesto a Andy, y la mejor parte era que ambas debían compartir cuarto. Vaya semana la que me esperaba.

Mientras caminaba hacia el comedor, escuché la voz de Andy cantando un cover de una canción de OneRepublic llamada "Lose Somebody":

"Oh, sometimes you gotta lose somebody, just to find out you really love someone. Whoa whoa, and I do and I do and I do, yeah, sometimes you gotta, you gotta lose somebody".

Toqué la puerta de Andy, y ella me regaló una sonrisa de boca cerrada. No pude evitar preguntarme:

—¿Quién es Sebastián Molina?—dije en voz alta.

La expresión de Andy se tornó seria y pálida. Definitivamente no quería hablar sobre él.

—¿Cómo sabes quién es? —preguntó, visiblemente incómoda.

—Lo conocí por mensaje el primer día que llegué a Guatemala, y al llegar al colegio me dijo que me alejara de ti.

Andy suspiró y bajó la mirada.

—Es una larga e irrelevante historia —dijo en voz baja—. Y, de hecho, creo que Emilia ya llegó.

Antes de que pudiera seguir preguntando, Andy se levantó de la butaca del piano y se dirigió a la puerta de la casa. La seguimos y, efectivamente, allí estaba Emilia, quien automáticamente corrió a abrazarme.

—¡Por fin llegaste! —dijo Emilia con una sonrisa radiante.

—Sí, ya estoy aquí —respondí, tratando de sonar más entusiasta de lo que realmente me sentía.

Mientras Emilia hablaba animadamente con Andy, no pude evitar observar cómo sus personalidades contrastaban tanto. Emilia, con su energía y entusiasmo, y Andy, más reservada y tranquila. Esta semana sería todo un reto para mí.

Más tarde, mientras estábamos todos reunidos en el salón, Andy evitaba mirarme a los ojos, y Emilia parecía no notar la tensión en el ambiente. Intenté concentrarme en la conversación, pero mi mente seguía volviendo a la incómoda pregunta sobre Sebastián Molina.

—¿Está todo bien? —preguntó Emilia, notando mi distracción.

—Sí, solo estaba pensando —mentí.

—Bueno, espero que estés listo para mostrarme todos los lugares geniales de aquí —dijo Emilia con entusiasmo—. ¡Tengo tantas ganas de explorar!

Asentí, aunque por dentro solo podía pensar en cómo manejaría la situación entre Andy y yo. Con Emilia aquí, las cosas iban a ser mucho más complicadas.

La noche llegó rápidamente, y después de una cena tranquila, todos nos retiramos a nuestras habitaciones. Mientras me preparaba para dormir, no podía dejar de pensar en lo que Andy había dicho sobre Sebastián. ¿Qué historia había entre ellos? Y más importante, ¿cómo afectaría esto nuestra relación?

Decidí que, tarde o temprano, tendría que hablar con Andy sobre esto. Pero por ahora, tenía que concentrarme en manejar la situación con Emilia. La próxima semana sería crucial, y no podía permitirme cometer errores.

Con esos pensamientos, finalmente me quedé dormido, preparándome mentalmente para los días que se avecinaban.

Royal FacesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora