Tu tesoro... Mi salvación...

Debía haber dicho «te amo más», en lugar de ese «yo también».

Hay algo que Takemichi siempre ha odiado y son las peleas, nunca le ha gustado ser golpeado, por eso cuando su mejor amigo le propuso hacer una pandilla él se negó; Takemichi pensaba que las pandillas no son un ambiente para personas como él.

Y no, no se refería a él siendo un omega, no se refería a tipo de persona que parecía tener un letrero en su cara que decía "golpea aquí y obtendrás un premio" por qué sí, la cara de Takemichi parecía tener un letrero que decía eso, no importa cuanto lo intentara no podía evitar ser golpeado por un montón de aterradores pandilleros. Bueno, era obvio que ellos iban a enojarse cada vez que Takemichi se involucraba en sus peleas para defender a cualquiera que fuera el desafortunado de ser su blanco de golpe, siendo él el nuevo blanco; incluso ser un omega realmente hermoso no los salvaba de dichas palizas, no cuando el chico se negaba a obedecer a los alphas y los rechazaba sin tartamudear.

No me meteré con un alpha que no me respete y me quiera solo por mi apariencia _ contestó el omega de cabellos teñidos cada vez que ellos lo proponían.

.

.

.

Izana es un alpha fuerte y hermoso, pero el peliblanco estaba sumido en lo más profundo; el alpha ha estado realmente mal desde hace dos años cuando perdió a su hermano, ha vivido de pelea en pelea, trabajos nada legales y alcohol, mucho alcohol; el alpha ha estado tan resentido por la muerte de su hermano que lo único que desea es tenerlo devuelta o eso era hasta que lo conoció.

Ese día había estado en Tokyo para hacer un trabajo rápido, normalmente Kakucho lo acompañaría para evitar que su amigo se metiera en algún problema y terminara matando a alguien; pero ese día el omega heterocromático estaba reuniéndose con unos clientes junto a Shion y Mochi.

Oye suelta pequeña perra _ las palabras enojadas llamaron la atención de Izana haciendo que su paso se detenga.

No _ Izana sintió una corriente recorrerlo cuando la débil voz alcanzó sus oídos, el alpha frunció el ceño cuando los sonidos de los golpes llegaron a su oído y se estremeció ante los suaves y dolorosos gemidos que llegaban a sus oídos.

Maldito omega _ ahora si el alpha peliblanco se enderezó y volvió su mirada hacia el callejón que estaba frente a él _ ¡Suelta! _ Izana casi gruño ante el comando del alpha extraño.

No _ los ojos del peliblanco se abrieron cuando escuchó el comando del omega, parecía enojado _ deja de usar tu estúpido comando, no te lo daré, deberías respetar lo que no es tuyo _ Izana llevó su mano a la boca para contener la risa, aparecer era un robo y el omega estaba reprendiendo a quien sea que lo robaba.

Voy a matarte perra defectuosa _ Izana frunció el ceño acaso el idiota no sabia que no debía meterse con ese tipo de omegas, el idiota no sabe diferencia a un omega defectuoso con uno dominante

Idiota _ dijo Izana caminando hacia el interior del callejón, el alpha peliblanco frunció el ceño ante la vista que lo recibió.

Un grupo de cuatro personas, pudo detectar a tres alphas y un beta; todos ellos rodeando a un omega con un ridículo cabello rubio, el cual estaba en el suelo golpeado mientras miraba a los alphas con furia; Izana examino el omega, su ropa sucia, mientras podía ver algo de sangre bajando por su nariz y corte en su pómulo. Luego centro su vista en sus manos y pudo ver que este apretaba una pequeña bolsa de papel en su pecho.

Tu...

¿Sucede algo? _ los tres alphas, el beta y el omega volvieron la mirada para ver al alpha peliblanco.