I SEUNGCHEOL

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El mundo era un lugar peligroso, pero yo era peor.

La raza humana dejó atrás las eras oscuras, la tecnología mejoró y arruinó nuestras vidas en igual medida, y los demonios en la sociedad se escondieron con un mejor camuflaje.

A medida que pasaron los años y dejamos atrás nuestras costumbres bárbaras, la gente se olvidó de las sombras que acechaban a plena vista. Los hombres como yo nos transformamos en depredadores vestidos de ovejas. Nos aprovechamos de los débiles sin disculparnos, y todo cayó en nuestro puto regazo. La civilización nos envolvió, ocultando a los animales en el fondo.

Intercambiamos la mentalidad cavernícola y el asesinato por trajes y maldiciones en voz baja. Oculté mi verdadero temperamento bajo un velo de decoro. Dominé el arte de la suavidad.

La gente que me conocía decía que era un caballero. Me llamaron distinguido, consumado y astuto. Yo era todas esas cosas, pero ninguna de ellas.

Puede que vivamos en un mundo civilizado, pero las reglas y las leyes no se aplicaban a mí. Yo rompía las reglas, maldecía y arrebataba vidas.

La proyección fue una farsa, pero incluso los peores de nosotros teníamos a alguien que nos poseía. Ya sea familia, honor o deber.

Había abrazado a mi bárbaro interior, pero estaba gobernada por una jerarquía y cuando la matriarca Choi chasqueó los dedos, todos corrimos.

Incluyendo al idiota de mi padre, Choi Seungmin. Ahí, en la biblioteca mezclada con puros y coñac, aprendí una verdad que cambió mi vida para siempre.

Y la suya.
Mi familia poseía otra.
Un pagaré por toda su existencia.

Hasta el día de hoy no sabía por qué y no me molesté en preguntar.
¿A quién le importaba que una familia adinerada llamada los Yoon estuviera en deuda con nosotros? ¿A quién le importaba que hubieran jodido a mi familia y se hubieran ganado la ira de mis antepasados?

Lo único que me importaba era la noticia de que había heredado algo más que dinero, posesiones o títulos.

Mi cumpleaños veintinueve me regaló una mascota. Un juguete. Una responsabilidad que no quería.

Deudas que tuve que extraer de carne renuente.

Un trabajo para defender el honor de nuestra familia.

Yoon Jeonghan.

Un error hace seiscientos años puso una maldición sobre toda su familia.

Un error me vendió su vida en una montaña de deudas impagables.

Lo heredé.

Me aproveché de él.

Yo era dueño de su vida y tenía el papel para demostrarlo.

Yoon Jeonghan.

Mío.

Y mi tarea... devorarlo.

Deuda de Sangre (D.S #1) Jeongcheol Donde viven las historias. Descúbrelo ahora