La mujer dormía plácidamente a su lado, pero ella no podía lograr conciliar el sueño, sus ojos yacían bien abiertos mientras oía cómo el silencio terminaba siendo cruel protagonista de su pesado bienestar. Alcanzó apenas a ponerse el brasier deportivo y los pantalones de mezclilla oscuros. Se dirigió a la cocina con la intención de tomar un poco de agua. Se sentó encima de la mesada ajena bebiendo con pereza el líquido incoloro. Nuevamente, su sueño se vio afectado por sus mismos pensamientos. Después de tener relaciones sexuales con alguien que no amaba, bajaba para tomar cualquier cosa sentada encima de algo de cerámica o simplemente se quedaba en el balcón mirando inexpresiva la poca circulación que había.
Se sirvió un vaso de leche mientras tomaba asiento en el sillón prácticamente a oscuras. Estaba teniendo otra noche mala. Bebió mirando sus propios pies descalzos. Entonces, recordó lo mucho que bailó durante su etapa escolar. Lo mucho que disfrutaba de mover su cuerpo al compás de la música con gente admirando su arte. Detrás de ella, ellos parecían orgullosos de lo que hacía, pero todo eso había terminado, ya no era eso, ahora era modelo y una adicta fiel al cigarro. Fumaba cuando su día era pésimo y no podía controlar absolutamente de este, exacto, esta noche parecía ser la mierda más grande que alguna vez pasó. Luego de vaciar el objeto de vidrio, se paró encendiendo uno mientras abría lentamente la puerta que realmente conocía desde que Moon Byul llegó a su vida infantil. Vagó por el patio en donde jugó lo suficiente con ella mientras reían como si fueran sumamente felices con la presencia de la otra. Acabó por subir hacia la casa del árbol cuando la lluvia comenzó. Se abrazó a sí misma después de haber aplastado el cigarrillo contra su misma yema. El ardor pasó automáticamente a segundo plano porque el momento inesperado de Moon Byul junto a otra chica igual que ella profesionalmente se repitió en su cerebro siendo el único partícipe de su sufrimiento duradero. Su cabello había cambiado por completo. Utilizó el color que le pidió una semana antes de haberse separado en su totalidad. El morado le quedaba pintado. Pero sus ojos no transmitían felicidad cuando la modelo le brindó un beso en la mejilla al salir del evento. Se la veía como ella. El sentimiento de infelicidad se notaba a kilómetros. Después de todo, ambas realmente estaban sufriendo.
Despertó sola. Se removió con lentitud sobre el colchón. Tardó en bajar de la cama. Completamente sola en el departamento, se hizo un café como si todo fuera suyo mientras le subía el volumen a la radio a un costado de la heladera. Trató de sentirse de buen humor. Tomó cafeína admirando cómo los vehículos pasaban a través de sus ojos cansados. Sin rastro de la chica que lamió y chupó anoche, pasó una tarde tranquila en el sitio que no le pertenecía hasta que se vistió del todo y caminó tranquilamente hacia donde continuaba practicando boxeo. Saludó a las personas conocidas para cuando llegó y lo primero que hizo fue ponerse los guantes. Detonó la bolsa mientras cerraba los ojos liberando la desesperación acumulada.
Su vida había perdido el rumbo desde que Yong Sun ya no estaba en ella. La extrañaba cada día. Soñaba con su cuerpo y las ganas de llorar aumentaban para cuando abría los ojos. Amanecía con alguien a su lado que no deseaba lo suficiente. Sus besos sabían a algo que no le gustaba. Trazaba líneas sin ganas por las curvas desnudas. Aun así, su alma no se sentía viva, al contrario, moría por dentro mientras consumía cocaína acostada en el sillón de ese taller sucio y alejado de todo. Pensaba en sus labios húmedos y fingía no ponerse mal cuando el efecto pasaba. Le urgía verla de nuevo y no enterarse de algo que no quería como lo era un matrimonio. Yong Sun estaba a punto de casarse, estaba a punto de entregarse por completo a un hombre que, seguramente, no deseaba, los años pasaron lo suficientemente rápido como para que aquel día estuviera más cercano a su muerte a causa de una sobredosis. Quería que fuera feliz, pero las fotos que sacó esa noche en ninguna sonrió y ella siempre lo hacía, le sonreía como si volviera a tener seis de nuevo, en esta oportunidad, su seriedad la asesinó. Aun así, lo hermosa que se veía no tenía precio.
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Solitude And Outlaw [moonsun]
Fanfiction➤ Moon Byul escapó junto a su madre de aquel hogar abusivo en donde solían instalarse hasta hace un par de semanas atrás. Desde que se alejaron de su padre violento, atravesaron "las mil y una", calor, frío, hambre, dolores musculares, padecieron de...