𝗖𝗮𝗽𝗶́𝘁𝘂𝗹𝗼 𝟮𝟬

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Emelie lo recuerda muy bien, aquel punto de inicio que comenzó a caer en picada, el comienzo de su grave dolor y que por mucho tiempo guardó con gran rencor, aún con el tiempo que tuvo para sanar una espinilla de dolor no dejaba de molestarla, el saber que algún día su hermana volvería para humillarla de nuevo y quitarle lo que sin ninguna malicia o engaño construyó.

Emelie lo recuerda, ella era la segunda princesa legítima de otro reino, su hermana y ella conocieron a los Agreste durante su juventud y cada una fue flechada por el otro príncipe, un romance de juventud que si se hubiera mantenido en buen pie sería un buen fragmento para recordar los tiempos de antaño.

Lastimosamente lo que fue joven y bueno terminó desembocando un retorcido giro inesperado lo que terminó por ocasionar la muerte del príncipe heredero y por consecuencia la expulsión de Amelie.

Emelie lo recuerda, cuando se enteró de toda la verdad y por amor a su hijo y su futuro previsto no abandonó el palacio pero Gabriel tuvo que luchar para recuperar su corazón, aquel que con olvido lo desechó y trastocó muy al fondo para volver a sanar.

Aunque Gabriel alcanzara la redención mucho tiempo después todavía queda el amargo pasado que Emelie trató de olvidar, pero un dolor como ese jamás se olvida y ahora con el regreso de su hermana una vez más sale a flote.

—Esto se está saliendo de control, es lo que temía y ahora está en boca de todo el reino, hay que detener esto ya.

—Majestad, no hemos dejado de investigar. Sin duda la princesa Amelie está al fondo de todo esto. Mantenía contacto con Lila Rossi, pagó para que fuera a París, no cabe duda que también pagó por un fotógrafo pero no se ha conseguido, ha estado fuera del palacio durante ese tiempo y cuando regresó pasó todo lo que nos sobrevino.—Murmura Duusu cerca de la reina.

La reina Emelie observa a través de la gran ventana las afueras del reino que se extiende por un verdoso campo verde y observa los avistamientos de palacios lejanos adyacentes al suyo, mira uno en particular.

—No cabe duda que también manipuló emocionalmente a la princesa Bridgette, me sofoca pensar que no la protegimos como pudimos haberlo hecho.—Responde Emelie acongojada.

Duusu se acerca con reverencia.—Su majestad, le aseguro que la princesa pese a que esté lejos no hemos dejado de cuidarla y mantenerla a salvo de ojos curiosos, en donde ella está puede descansar del estrés que le hemos ocasionado, puede descansar usted de que hacemos lo que podemos.

—No tengo la menor duda, Duusu. Pero lamentablemente, esto apenas está comenzando y si bajamos la guardia el reino caerá con nosotros, debemos atrapar a Amelie antes de que algo peor suceda, necesitamos más pruebas contundentes.

Duusu se inclina a ella.— Estamos en eso, su majestad. Pero dado al poder de influencia que ha logrado la princesa en la familia real y en los medios de comunicación no podemos movernos con mayor libertad si ser descubiertos.

—Lo sé, estamos con las manos atadas pero no nos rendiremos, mi hijo está sufriendo por estas series de eventos también, ayúdenlo lo más que pueda para recuperar su estatus.

—Si majestad, las doncellas de la princesa lo han apoyado hasta ahora.

Con más fuerza Emelie toma una compostura autoritaria pese de haber sentido por un momento la humillante derrota.—Entonces sigamos con lo que hasta ahora tenemos, no dejaré que Amelia maquine más contra mi familia.

Emelie lo recuerda todo, y no piensa olvidar nunca.

Emelie lo recuerda todo, y no piensa olvidar nunca

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⏰ Última actualización: Jul 10 ⏰

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𝗝𝗮𝗿𝗱𝗶́𝗻 𝗱𝗲 𝗿𝗼𝘀𝗮𝘀 |𝗙𝗲𝗹𝗶𝗚𝗲𝘁𝘁𝗲|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora