𝗝𝗮𝗿𝗱𝗶́𝗻 𝗱𝗲 𝗿𝗼𝘀𝗮𝘀 |𝗙𝗲𝗹𝗶𝗚𝗲𝘁𝘁𝗲|

𝗖𝗮𝗽𝗶́𝘁𝘂𝗹𝗼 𝟭𝟮

Hagamos una dinámica haber si lo logran y me obligan a actualizar, si este capítulo llega a 16 votos publicaré otro capítulo. Haber si llegan 👀

—La familia real hará un discurso esta noche en el evento de arte que usted organizó.

—Si.—Afirma Amelie con una sonrisa maliciosa.—Y toda dueña de su propio evento debe presentarse.

Adrien escucha la conversación que tiene su madre al teléfono.

—Debemos prepararnos y hacer nuestro primer movimiento si queremos ganar antes de que llegue un heredero, los reyes no saben que estaré allí, conociendo a la reina madre me pedirá que vuelva al palacio, desde allí podremos comenzar y trabajar desde adentro.

—Excelente mi señora, todo avanza a la perfección, su plan no tiene errores.

Inquiere una voz masculina, suave y susurrante, halaga el trabajo de la ex princesa.

—Y no los habrá, debes seguir encubierto. Que nada salga de aquí y coméntame todos los movimientos que harán lo reyes.

—Desde luego majestad. No sabrá quién los golpeó.

 Nooroo cuelga y Amelie ensancha su sonrisa en victoria. Adrien baja la cabeza, pensando en la jugada que dará su madre en la ceremonia de arte y que conlleva un futuro regreso al palacio, si es así no visitaría con regularidad a Marinette y espiaría los movimientos de Bridgette a petición de su madre aunque la azabache no fuera un enemigo peligroso, solo un peón para terminar con el poder que ocupa la familia real.

Ante esos pensamientos el joven Agreste se siente mal por lo que sucedería más adelante.

Felix Agreste, el príncipe heredero que lo tiene todo; es millonario, con motos y autos costosos a su disposición, con todo un palacio para él y ser libre de utilizar las comodidades que quiera, puede saciarse con platos llenos de la mejor calidad y el poder y la gloria están a sus pies, el joven adolescente no es más que un chico que se baña en oro por lo afortunado que es.

Sin embargo este mismo joven observa con gran confusión los movimientos de la familia Dupain, considerando que es la familia más peculiar que sus ojos han visto. Lo hacían todo juntos, no había ningún momento en que ahora la enorme casa se quedara en silencio pues sus risas y comentarios eran sonoros, jugaban entre ellos y podían pelearse por el último croassant, esas habían sido Marinette y Bridgette. 

Como habían llegado muy tarde no pudieron hacer mucho por lo tanto cuando llegó la hora de cenar quedó asombrado y perplejo pues estando todos en una mesa se repartían la comida entre ellos, más risas y comentarios se ejecutaban y la emoción de Bridgette lo dejaba más aturdido con cada porción de la comida que se llevaba a la boca, no habían muchos modales, no dejaban de hablar, Felix se preguntó si así eran todas las familias de la clase baja y porque la familia de la azabache se sentía tan acogedora.