Coincidencias || Lukas Urkijo

016

[...]

Los golpes eran cada vez más fuertes, y sin luz, todo es peor.

En eso, baja un chico alto, blanco, con cabello claro y muchos tatuajes, obviamente el Argentino: Ian Lucas.

Una de dos opciones:

-Me preocupo por los sonidos y que no hay luz en la casa

-O, corro abrazar y pedirle una foto al Argentino.

Bueno, esto lo pensé mucho como si fuera una fan, no se porqué. Claramente, la primera.

Todos hemos visto los videos de los payasos, ya sabemos que no es la primera vez que se escuchan sonidos tan fuertes, ni que se va la luz.

I: ¿Que hacemos Fede?, ¡Tenemos a todos ellos acá!.

F: No se boludo, pasó todo muy de la nada.

Y sonó el timbre. Levanten la mano quien está de acuerdo con que Fede cambie el sonido del timbre: 🙋🏻‍♀️

Es que por Dios, ¿no podía ponerle un timbre normal?.

Fuimos todos a la cocina, y como también ya varias veces a pasado, no hay nadie.

De la nada Fede corrió y volvió con una cámara, "buen contenido para su canal", YouTuber tenía que ser.

Ahora fuimos al jardín/patio, pero no fue buena idea.

Ahí estaban: Mini Mini, Luli, Din don y Duffy.

I: ¡¿Estos no estaban muertos?!.

F: ¡Se supone, pero no se!.

Vimos caminar rápido a los cuatro nombrados, hasta mini mini con esos palos en sus piernas. En ese momento todos comenzamos a correr adentro de la casa, Ian intentando cerrar las puertas, los nervios hicieron que se tardara, pero si pudo.

Fede sacó su celular y llamó a sus amigos: El club misterio.

"¿Que pasó Fede?"

Pude reconocerle la voz a: Oscar.

F: Están los payasos acá, ¿pueden venir?. Aparte, ¡Estoy con los vecinos!.

"Ya vamos Fede, en diez estamos ahí."

Ahora fue Arenovitzz.

Cortaron la llamada.

Cada vez Fede se ponía más ansioso, es de esos momentos en los que si tiene miedo, y se le ponen los ojos rojos.

Corrimos hacia arriba, pero esta vez, todos nos separamos. Yo quedé con Jazmín, y Lukas.

Estábamos en el cuarto de Fede, parados en el medio de este sin saber que hacer, cuando de la nada, de su closet, sale uno de los "payasoldados" o bueno, más bien, era uno de los "alfasoldados" que estos tienen otro color de "túnicas".

Apenas yo lo vi, sentí mi corazón acelerarse. Y todavía más cuando, sentí las manos de Lukas en mi cintura y jalarme hacia el. Salimos corriendo otra vez, ahora terminamos en la cocina.

Me volvió agarrar de la cintura, y ¿que hizo?, me besó. Obviamente yo se lo correspondi, fue algo largo, pero no tanto.
No se, un poco raro, ¿no?, o sea, ¿no podía escoger otro momento para nuestro primer beso?.

L: ¿Que, por que me miras así? Imagínate que hoy nos maten y ni un beso nos dimos--Sonrie-- Yo tenía que darte por lo menos un beso antes de morirme.

Si ahorita se me había acelerado, ahora de me paró

El corazón.

J: ¡Me voy a morir!, si no nos matan esos tipos, me muero por lo que acaba de pasar, uno de dos.

Oscar: ¡Fede!.

Salimos de la cocina, todo estaba callado, ni un sonido. Subimos al cuarto de Fede, ahí estaban todos.

F: ¿Donde están?...

A: ¿Quienes?.

F: ¿Quienes más Alan?, los payasos.

Nos quedamos con Boom, los demás fueron a revisar toda la casa, cuando volvieron, nos contaron que ya no había ninguno de los cuatro.

F: Se volvieron a ir, no se por donde.

I: está claro que hay más túneles que casa acá.

Volvió la luz. 

K: Quiero irme.

D: Queremos.

I: Listo, hay que irnos todos.

Por primera vez, Fede aceptó irse. Bajamos todos, pero había un olor demasiado fuerte de gasolina.
Vimos una línea de este líquido, que venía desde la cocina.

I: ¡Van a prender fuego la casa Fede!.

Alguien desde la cocina, prendió la línea.
Ahora había una línea grande en medio de la casa de Fede.

Boom: Vamonos, no podemos estar acá.

F: ¿Y que voy hacer?, ¿Dejar que incendien la casa?.

Boom: ¡¿No ves?!, no hay nada que hacer Fede, ¡Por Dios!.

F: Uno que se lleve a todos ellos, y los otros cinco que me ayude apagar esto...por favor.

Boom se ofreció a llevarnos a mi casa, ya ninguno de nosotros aguantaba un segundo más en esa casa, aparte que ya había una gran cantidad de humo.

Me preocupa Fede, y todos los que quedaron ahí.

[...]

Son las seis y media de la mañana, y nosotros sin poder dormir.
Sasha ya se a preparado como tres cafés.

C: Ya me preocupé...

L: ¡Es que no responden!.

Sonó el celular de Alex, era un mensaje, subió todo el volumen.

"Alex, gracias por la preocupación, ya sabemos que les importamos después de setenta llamadas, pero te aviso que estamos bien, y ya duermanse boludos, se nota que no han dormido nada."

Dice que está bien, y aunque se escucha con voz desanimado, así cuando está triste, que casi nunca está así, le creímos y caímos todos dormidos.