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--Joven Urkijo, ¿Usted me está escuchando?

La voz de la profesora de Biología me sacó de mis pensamientos.

Ya pasó una semana y dos días.

L: Claro que si, profesora.

--Entonces, dígame que es la biología molecular parafraseando.

L: Es...

No estoy en momento para parafrasear algo que ni siquiera le estaba prestando atención.

L: Discúlpeme profesora, no la estaba escuchando.

Por lo menos soy sincero.

--¿Para qué viene usted entonces a la escuela?

La ignoré y miré hacia otro lado, ella comenzó hablar otra vez, explicando no sé qué cosa.

Cómo todos los días que vengo al colegio, desde que comenzaron las clases, lo único que espero es el recreo.

Hoy llegué tarde, por lo que me tocó sentarme con un tipo que sinceramente, no había visto en mi vida. No vivo pendiente de los compañeros de salón.

Me puse a pensar en que, Kelly estaría sentada acá en vez de este tipo.

Por suerte, unos minutos después sonó la campana del recreo. Todos nos levantamos y salimos rápido. Cuando llegamos a la tiendita, Sam ya estaba ahí.

Me compré solo un agua. Jazmín y los demás doritos, porque les recordaban a Key.

Nos sentamos en una de las mesas que estaban vacías.

S: ¿Vas a ver a Kelly hoy?

L: No creo que pueda hoy, voy hablar con sus padres.

D: Entonces vamos nosotros.

Asentí y tomé de la botella.

[...]

Estoy sentado en la sala de la casa de mi novia, a mi lado está Carlos, en otro sillón Juan y en el otro Keylin.

L: Quiero entender el por qué Kelly salió corriendo así.

Keylin: Es un tema familiar...

Carlos: Es su novio. Debería de saberlo.

Noté el tono con que se hablaban estos dos.

Carlos: Mi hija iba muy tranquila al colegio, pero su madre insistió en contarle justo antes de irse.

Juan: No es tu hija.

Carlos: Si es mi hija.

L: ¿Contarle qué?

Carlos: Le tuvimos que mostrar una prueba de ADN donde dice que su padre es mi hermano.

Me costó procesarlo.

L: ¿Qué?

Carlos: Si, Lukas. Lo qué escuchaste.--Se pasó las manos por la cara--Ella no supo como reaccionar, agarró su mochila y se fue.

L:¿Por qué la dejaron ir así?

Si sabían como Kelly se sentía en ese momento, alguno de ellos tuvo que ir a buscarla.

Keylin: Creímos que necesitaba tiempo sola para aclarar su mente.

L: Claro.

Estaba empezando a ponerme incómodo, bueno, sinceramente, lo estoy desde que pisé esta casa. Ya sabiendo lo que pasó, que era lo único que me interesaba, me levanté, me despedí y me fui directamente al hospital.

Les había dicho a mis amigos que no iba a poder venir, pero acá estoy.

Por suerte, ellos ya no estaban cuando llegué.

L: ¿Abrirás los ojos en algún momento?

Eso espero.

L: Fui a tu casa.--Me senté en un lado de la cama, como la otra vez-- Ya entendí todo, tus padres me lo contaron. Key, me hubieras llamado, yo podría haber ido buscarte.

De un momento a otro, los desesperantes sonidos del monitor de signos vitales, se transformó en un pitido aún más desesperante.

Gracias a las películas, pude reconocer que ese sonido es de cuando una persona se queda sin signos.

L: ¡¿Key?!

Agarré su mano, estaba fría.

En menos de un minuto, empezaron a entrar más de cinco doctores.

Una enfermera me agarró de los hombros y me sacó del cuarto.

Sentí caer lagrimas en mis mejillas.

L: ¿Estará bien?

--Hay que confiar en que si.

Después de decir eso, entró al cuarto.

Lo único que me salió hacer fue agarrar mi celular y llamar a sus padres.

Coincidencias || Lukas UrkijoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora