Coincidencias || Lukas Urkijo

023

|Lukas|

Me desperté, estaba dormido en una silla de un salón, me acomodé y viendo a mi alrededor, me di cuenta que estaba en...¿un velorio?

Veía a gente llorando, pero seguía sin entender nada.

Volteé a mirar hacia donde estaba el ataúd, lo estaban rodeando tres personas, una rubia, otra de pelo oscuro y un chico alto. Pude procesar que eran Sasha, Daniel y Jazmín.

¿Falleció alguien importante para ellos?, ¿Quién?

Me acerqué.

L: ¿Quién es?

J: Kelly.

Sentí que el mundo se me vino abajo. ¿En que momento falleció mi novia?

Ellos no mostraban nada de dolor. No se notaba que Kelly les importara tanto, y que solo estuvieran ahí por algún tipo de compromiso, estar por estarlo. No son mis amigos, esos que yo conozco que, si a Kelly le llegase a pasar algo, se mueren junto con ella.

L: ¿Que le pasó?

D: Un carro le chocó. El impacto de cuando se cayó fue tan fuerte que murió al instante.

Todas las personas ahí eran raras, con comportamientos extraños.

"Lukas"

"¡Lukas!"

"Lu despiertate, hicimos algo para comer"

Me desperté ahora si de verdad, asustando y agitado.

Mi novia, la que se supone que estaba muerta en ese sueño, fue la que me despertó.

Y agradezco que lo hiciera.

Lo primero que hice fue abrazarla.

K: ¿Y eso?

L: ¿No me puedo despertar cariñoso?

K: Si. La cosa es que, me estas asfixiando.

Tenía razón. La solté un poco, sin dejar de abrazarla para que pudiera respirar mejor.

L: Soñé que habías muerto.

K:--Rie-- Ya vi porqué estás cariñoso.

L: ¿Por qué te ríes?

K: No sé. Veamos a comer Lu, nos están esperando.

Apenas me levanté, sentí un terrible dolor de cabeza. La seguí hasta la sala, de la casa de Sam. Donde están todos, Daniel tiene tremendas ganas de morirse, se nota, después de la botella partida de ayer.

L: ¿Tienen una pastilla?...me estoy muriendo.

S: Estoy empezando a creer que Sam nos drogó ayer--Con las dos manos en la cabeza--.

Sam: ¿Yo que? Ustedes tomaron todo lo que quisieron.

C: ¡A que no saben!

Todos volteamos a ver a Alex, que casi se atraganta con un pedazo de fruta por gritar eso, supongo que se acordó de algo sobre ayer.

D: No comiences con tu personalidad de vieja chismosa Alex, por favor.

C: Tarde. Me acordé de tremendos chismes.

S: ¡Cuenta!

C: Me acordé de que varios de acá se dieron tremendos chapes ayer.

D: ¿Y como sabes tú eso?

C: Yo me entero de todo. Aparte del chape de Sasha y Daniel, también hubo unos de Sam y Jazmín.

Sam: --Voltea a ver a Jazmín-- ¿Pasó eso?

J: Sinceramente, no tengo ni idea. Pero, si eso pasó, yo feliz de repetirlo.

Me di cuenta que, si a Jazmín le gusta alguien, lo demuestra sin vergüenza, lo dice directamente.

Todos por alguna razón, sonreímos. Sabemos que esas dos, se gustan bastante, pero la única que claramente lo acepta, es Jazmín. Solo falta que Samantha y su bisexualidad diga algo.

S: Imagínense los dieciocho años de Sam, por lo menos amanecemos tirados por media calle.

Sam: Faltan dos años, vayan preparándose para eso.

De pronto, sonó mi celular. Es una llamada de Fede.

📱

F: Lukas, ¿Están todos ahí?

Puse el altavoz.

L: Si. ¿Por qué?

F: Quiero invitarlos a algo.

Sam: ¿A que?

F: Vamonos de viaje, ¿Quieren?

S: ¿A donde?

F: A España, para la Velada del año cuatro.

Todos nos miramos instantáneamente después de escuchar eso.

S: ¿Todo pago?

K: ¡Por Dios Sasha!, si aceptamos, también tenemos que aportar algo de dinero.

Fede no dijo nada. Unos segundos después, todos aceptamos.

F: Bueno, Prepárense porqué en dos días nos vamos.

📱

Luego de que cortó, todos empezamos a saltar y gritar a modo celebración. Pero, nos detuvo de golpe el dolor de cabeza por la resaca.

D: ¡Denme ya una pastilla, por favor!

L: No vuelvo a tomar jamás en mi vida.

Después de comer, estuvimos un buen rato conversando por el viaje que tenemos en dos días.

O sea, nos estamos muriendo con tremenda resaca, y de la nada el virgovani nos llama para invitarnos a un viaje, exactamente a Madrid-España. Algo bueno necesitábamos en este día lleno de dolores de cabeza.

K: Me acaba de llamar mi madre, dice que está en mi casa. Ya me voy.

Decidí acompañarla para después de eso, irme directamente a mi casa.

[...]

L: Seguramente nos la vamos a pasar buenísimo en ese viaje, ¿Crees que te dejen ir?

K: Seguramente. Después de todo, mis padres ya saben quien es Fede.

Nos despedimos con un beso corto y ella entró a su casa.