Brave{Cameron Dallas & tú}

12: Logan

Mis manos tiritaban y no podía calmarme. Mis lagrimas salían incontrolablemente y sentía que mi corazón esta roto en mil pedazos. Aún no hacía partir el auto y es que no tenía muy claro donde ir. ¿Un hotel?

No. Eso me haría sentir sola y más perdida de lo que me siento ahora. Prendí el auto y conduje sin rumbo alguno.

Odiaba a Cameron. Odiaba que tuviera una relación con Rachel, odiaba que me haya mentido, odiaba que me haya hecho creer que seguía amándome y sobre todo odiaba no poder odiarlo a él. Necesitaba a mi mamá. Un abrazo de Max o a Logan. ¡Logan!

Estacioné mi auto y busqué mi teléfono en mi cartera. Mis manos aún temblaban. Cuando encontré su número lo llamé y al tercer timbre contestó.

-¡Hola _____!-dijo alegre.

-¡Logan!-exclamé volviendo a llorar sin poder evitarlo.

-¡Dios!, ¿Estás bien?-preguntó

-no...-admití- Te necesito, Logan

Escuché el sonido de unas llaves sonar. Supuse que él estaba tomando sus llaves del auto.

-Iré por ti, ¿Donde estás?-pregunto con evidente preocupación

-Uhm-inspeccioné el lugar. ¿Donde diablos estaba? Uhg. Estaba en el estacionamiento del cine.- En el cine

-Voy corriendo-dijo antes de colgar.

Me quedé ahí sin saber que hacer. Me bajé a tomar aire y me acerqué a un puesto de comida que había ahí. No sabía cuanta hambre tenía hasta que mi estomago rugió. Mientras miraba que comprar, la señora que atendía me estudiaba con la mirada.

-Un snickers y una coca-cola-dije- que sean tres snickers, mejor.

Ella asintió. Le pagué con un billete, ella me pasó las cosas y yo volví hasta mi auto, pero no entré, me quedé apoyada en él mientras comía y bebía de mi bebida. Cuando reconocí el auto de Logan, eché mis cosas al auto rápido y cuando me volteé a verlo, él ya caminaba hacía mi dirección. Yo corrí hacia él abrazándolo por la cintura y sintiendo sus brazos por mi espalda.

Así estuvimos unos minutos hasta que él se separó un poco de mí.-¿Que ha pasado?

Tragué antes de contestarle.-Cameron... Él n-no me quiere

-¿Por qué dices eso?-preguntó

-¡Él me lo dijo!, a él le gusta Rachel

Él me atrajo a su pecho y su mano se movía de arriba a abajo en mi espalda. -¿Donde irás?

-No lo sé

-Ven a mi casa.

Me pareció mas una orden que una sugerencia pero de todas formas no sabía donde ir. Logan era mi única opción. (También salvación).

Quedamos de acuerdo en que yo lo seguiría desde mi auto y él se iría en el suyo. Ahora estaba mas tranquila que antes aunque aún persistía ese dolor en el pecho. Cuando llegué a la casa de Logan bajé las pocas cosas que traía conmigo que eran solo mi cartera con las cosas que venían dentro, cuadernos, un perfume, mi teléfono, mi cargador y mi computadora. Podía ir a buscar el resto de mis cosas pronto a la hora en que Cameron trabaja en la radio con la perra de Rachel.

A quién engaño. Ni siquiera llamándola perra me hacía sentir mejor.

-Quédate con la cama, yo dormiré en el sofá-dijo Logan

Negué con la cabeza.-De ninguna manera. Podemos dormir ambos

Sonreí restándole importancia. Él asintió con la cabeza.

Ambos caminamos a su cocina. Él me ofreció frutillas y yo asentí. Él sabía que nunca le diría que no a las frutillas.

-Había quedado de pasarme a buscar, pero no llegó. Cuando entré a la casa me dijo que había engañado y quería estar con Rachel-le expliqué a mi amigo.

-No le des mas vuelvas al asunto. Descansa.-me aconsejó Logan-Mañana será un nuevo día. ¿Qué te parece si mañana compramos palomitas de maíz y vemos una película con Camille?

Yo asentí y ambos caminamos hasta su cuarto. Me tendió una camiseta que me quedaba como camisón hasta la mitad de mis muslos. Olía a él y se sentía raro. Abrí la cama y me acosté. Él también lo hizo y me dio la espalda a modo de que yo no tuviera inconvenientes con él.

Jugué con mi teléfono. Apenas prendí la pantalla una foto mía y de Cameron apareció ahí. Era una foto que nos había sacado un fotógrafo profesional donde salíamos abrazados y ambos sonreíamos despreocupados. Eso había ocurrido el primer año que cumplimos en Londres. Había pasado todos mis exámenes y me sentía muy contenta. Esa semana Max estaba en mi casa junto con Ashely y las cosas con Cameron iban de maravilla.

Suspiré con tristeza. Desbloqueé mi teléfono. Debía dar vuelta la pagina tal y como Cameron lo había hecho y empezaría cambiando los fondos de pantalla. No quería ver su estúpida sonrisa cada ver que tomara mi celular. Puse una foto de Noah. ¡Dios!, Noah.

-Logan-le hablé. Escuché un "mhmm" de su parte-¿Podrías abrazarme?

Él se dio vuelta y me sonrió. Pasó su brazo por mi cintura y sentí su respiración en la parte trasera de mi cuello. Poco a poco, el sueño me venció quedándome dormida.

Esa noche soñé con Cameron. Fue un deja vú. Como si ya hubiera soñado eso antes. Él se iba sin importarle mis sentimientos y yo no sabía que hacer. Tenía tantas dudas en mi mente. Hace algunas noches él decía desesperado que quería que me enojara con él. Que lo regalara por su fiesta en mi casa y que no lo dejara con pasó con sus padres. Había algo que no encajaba pero ¿Que más iba a hacer ahora? Él había decidido echarme de su vida.

Desperté sola en la cama. La luz del sol se filtraba por la ventana y yo me estiré en la cama. Busqué mi teléfono para ver la hora pero algo más me distrajo. Una nota.

"Querida ______.

En estos instantes estarás extrañándome-es decir, ¿Por qué no lo harías? Duh- Pero tenía trabajo en el hospital. Si necesitas algo, cualquier cosa solo sácalo. (Ya sea ropa, comida ó tomarte una ducha. Puedes usar mis boxers). Llámame cualquier cosa y no te olvides de esta noche. ¡¡¡Invita a Camille!!!

Te quiere, Logan xx"

Reí y rodé los ojos. Me levanté y busqué en los cajones de Logan una toalla para tomar una ducha y un bóxer. No quería usar mi ropa interior sucia. Cuando lo encontré fui al baño que estaba en cuarto y me relajé. Necesitaba una ducha para liberar tensiones acumuladas.

Cuando estuve lista, tomé la ropa de ayer y me la puse. No es como si tuviera opción. No tenía nada más.
Tendría que ir al apartamento a buscar ropa.

Si quería evitar toparme con Cameron, debía ir cuando él estaba con Rachel, en el trabajo.