Capítulo 13: Solo vino a alimentar a los peces

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"Las ilusiones son peligrosas, no tienen defectos." - Billy Wilder


"¿Realmente ya no somos compañeros de unión?" preguntó Warrehn por enésima vez. 

"No." respondió Aedan incómodo mientras ayudaba a Warrehn a sentarse, aún estaba mareado había dicho.

El jardín era precioso, el aroma de las flores impregnaba el aire. Samir y Aedan habían acordado llevar a Warrehn ahí para que tomara un poco de sol. Pero en medio del camino Samir había recibido una llamada, y tuvo que irse para solucionar un asunto urgente. Aedan se había quedado solo con Warrehn de nuevo, y mentiría si dijera que no se sentía un poco cohibido. 

"¿Y tu nuevo prometido es el Rey... cómo me dijiste que se llamaba?"

"Räeesar" Aedan se dijo a si mismo que tenía que ser paciente, Warrehn estaba enfermo, no lo hacía a propósito "El Rey Räeesar del planeta Zicur."

"mmm" Warrehn desvió la mirada pensativo.

Aedan suspiró de alivio pensando que era fin de la incomoda conversación. 

"¿Y lo amas?" Warrehn atacó de nuevo "No, ignora esa pregunta, es obvio, me dejaste por él, seguramente lo amas."

"Quien dejo a quien" murmuro Aedan con una sonrisa irónica.

"¿Qué dijiste?"

"Nada." Aedan se puso de pie "Escucha, recordé que hay algo importante que debo hacer, mandaré un sirviente para que te asista, debo irme." Aedan se inclinó ligeramente antes de dar la vuelta. 

"Espera" Warrehn le agarró el brazo. "¿A dónde vas?"

Aedan levantó una ceja "A mi casa" respondió tranquilamente mientras se liberaba con cuidado y empezaba a caminar de nuevo.

"¡Aido, espera!" gritó Warrehn

Aedan cerró los ojos con cansancio. Ese apodo de nuevo. Le había pedido a Warrehn sutilmente que ya no lo llamara así, pero al parecer era inútil. 

"Por favor, llévame contigo" Warrehn lo alcanzó y volvió a agarrarle el brazo. 

"Warrehn ya hablamos de esto, no puedo hacer eso."

"¿Por qué no puedes?" cuestionó Warrehn ansioso. "¿Es por tu novio? ¿Acaso no te permite tener amigos?"

"No es eso, pero... hay muchas cosas que no sabes, que no recuerdas... Mira, no es conveniente ¿ok?"  Era verdaderamente difícil lidiar con Warrehn de esta forma. 

"No lo entiendo, ¿por qué no es conveniente?" insistió Warrehn "¿No me digas que tú... " de repente lo soltó y se dio la vuelta antes de dejarse caer al suelo débilmente como si su cuerpo se hubiera desprovisto de todas sus fuerzas. 

Aedan se asustó mucho y estuvo a su lado de inmediato. "¿Qué te paso? ¿Estas bien?"

Warrehn lo miró, con profunda tristeza en sus ojos, antes de terminar la pregunta anterior "¿Me odias? ¿Es eso verdad?"

"¿Qué?"

"Por eso no quieres estar cerca de mí, y tampoco quieres que vaya contigo." Warrehn bajo la mirada luciendo miserable.

"Claro que no. Warrehn, mírame" pidió Aedan "Claro que no te odio" le dijo mirándolo a los ojos. "Solo... es complicado."

Warrehn desvió la mirada y le dio la espalda a Aedan. "Vete, Aido. Ya no te molestaré más." dijo con voz ronca.

Aedan lo observo en silencio un momento, ciertamente Warrehn era un Rey, y era más alto que él, pero esa espalda lucía muy solitaria, perdió sus recuerdos, se debe sentir muy solo y perdido ahora, por eso trataba de aferrarse a la persona más cercana que recordaba. El débil corazón de Aedan se conmovió y decidió que no habría nada de malo en ser condescendiente hasta que Warrehn se recuperara. Tal vez cuando lo hiciera ni siquiera miraría a Aedan, pero no importaba, por el amigo que alguna vez fue, estaría bien.

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