"Cinco minutos bastan para soñar toda una vida, así de relativo es el tiempo."
- Mario Benedetti.
Calluvia, Royal Zambezi Restaurant
El restaurant era hermoso, tenía un excelente ambiente y estaba impecablemente limpio. Había mesas generales y salas de reservación. Al tener paredes y el techo de cristal se podía observar hermosas especies marinas nadando en el arrecife. Ofrecía una variedad de platos tanto marinos como terrestres, locales y extranjeros, pero se especializaba en comida marina.
Era muy difícil conseguir una reservación aquí, incluso para la realeza, Aedan le hecho un vistazo a la persona sentada frente a él preguntándose como había logrado conseguir una mesa con tan poca antelación.
"¿La comida no es de tu agrado?" preguntó Räeesar al encontrarse con su mirada.
"Oh, no, claro que sí, está deliciosa." Aedan agitó las manos nerviosamente. Había visto el menú y cada uno de estos platos costaban una pequeña fortuna. Aunque Aedan era un príncipe de un Gran Clan, debido a sus circunstancias especiales no había vivido su vida como el resto de la realeza, por lo que a veces se encontraba sorprendido de lo exorbitantes que podían llegar a ser con sus gastos los miembros de la realeza.
"Mhmm. Como apenas y estás comiendo." señalo Räeesar el plato casi intacto de Aedan.
"Bueno, me sorprendió tu repentina invitación esta mañana." confesó Aedan pasándose un mechón de cabello por detrás de la oreja.
"Está creciendo bastante rápido." notó Räeesar y sonrió. De hecho, él amaba el cabello largo de Aedan, internamente lamento un poco cuando se lo corto.
"Sí, tal vez pronto tenga que cortarlo de nuevo." contestó Aedan distraídamente. No mintió cuando dijo que la comida estaba deliciosa, de hecho lo estaba, pero por alguna razón por más que intentara pasar bocado, no lo conseguía.
"¿Por qué?" preguntó Räeesar
"¿Ah?" Aedan ya había olvidado de qué estaban hablando hace un segundo.
"¿Por qué quieres cortarlo de nuevo? Creo que tu cabello largo es demasiado hermoso para ser cortado."
"... ¿Tu crees?" Aedan sonrió y espero que su sonrisa no se viera tan forzada.
"Sí. En Zicur la costumbre es llevar el cabello largo. Eso y usar muchas joyas, como ya habrás notado." dijo Räeesar sonriendo mientras levantaba los brazos para denotar sus múltiples brazaletes.
A Aedan se le hizo un nudo en el estómago, impidiéndole definitivamente pasar un bocado más. Mierda esto estaba tan jodido, le había dicho que sí a Räeesar, y ahora la sola implicación de él hablándole de las costumbres de su planeta natal le producía un malestar terrible, incluso sintió nauseas. "De hecho, quería hablarte sobre la boda." Dijo Räeesar, y Aedan se congeló.
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|MUY DESPRECIADO|
Fantasy- "Estoy muy orgullosa de ti, cariño. En el futuro serás el Rey Consorte del Quinto Gran Clan. Recuerda, debes hacerlo bien." Fue lo que le dijo su madre, la Reina Consorte Zeyneb 'shni' Waari, cuando tenía 7 años. ... - "Ah, estoy tan decepcionad...