"No todo error debe calificarse de necedad." - Cicerón
Una hora antes, Quinto Palacio Real
Aedan aun no podía creer lo que hacía mientras se quitaba la ropa y se ponía de rodillas delante de Warrehn, tal como él lo había pedido.
Warrehn lo observó durante un largo rato, tanto que a Aedan empezaron a dolerle los pies por la incómoda posición, justo cuando pensaba en abrir la boca para quejarse, una tela negra le cubrió los ojos lentamente. Warrehn le colocó la venda con tanta delicadeza que Aedan no pudo evitar estremecerse. Al segundo siguiente sintió que Warrehn le tomaba las manos y las llevaba a su espalda.
"¡¿Qué estás haciendo?!" se sobresaltó Aedan, tratando de liberarse, pero la fuerza de Warrehn no podía ser cuestionada.
"Shhh. Tranquilo, esta bien, no te exaltes, es solo parte del juego." susurró Warrehn en su oído, causándole cosquillas.
Aedan giró la cara hacia otro lado, y con sus mejillas ardiendo reprimió su vergüenza y dijo "Dijiste que solo tenía que chupártela, y era el fin del asunto."
"Así es, pero de esta forma es más divertido." el tono de Warrehn era ligero y parecía estar sonriendo. "Quitaré esto un momento, se esta interponiendo en el camino." dijo mientras desabrochaba el comunicador en forma de brazalete de Aedan.
"Ja, quién diría que el Rey Warrehn tenía gusto por este tipo de perversiones." dijo Aedan en un intento de hacer un comentario mordaz, pero su voz no salió del todo como debía. Su cuerpo se sentía muy caliente e incómodo.
"Y parece que al príncipe Aedan le gusta bastante, viendo como no he hecho nada además de atarte y ya estás así de animado." rebatió Warrehn mientras le agarraba la polla semidura con una mano.
Aedan maldijo entre dientes, su estúpido cuerpo era un traicionero, reaccionando así al mínimo estimulo y toque por parte de Warrehn.
Fap, fap, fap.
Este obsceno sonido pronto lleno la silenciosa habitación. La mano de Warrehn se movía constantemente sobre el miembro de Aedan, masturbandolo. "Vaya, que buena vista." comentó, observando con avidez como Aedan libraba una lucha entre el deber y el placer, por un lado rogándole que se detuviera, y por otro sin poder evitar que se le escaparan pequeños gemidos de placer que iban directo a su polla. La pequeña boca de Aedan estaba entreabierta, y a medida que avanzaba el tiempo y la mano de Warrehn aumentaba su ritmo, fue incapaz de pronunciar palabras entendibles. Su piel blanca estaba teñida de un hermoso toque de rubor, y una capa ligera de sudor brillaba en ella, haciéndolo aún más apetecible.
Warrehn había pensado que solo conseguir poner de rodillas a Aedan una vez sería suficiente para saciar este extraño impulso dentro de él, pero ahora ya no estaba tan seguro. En medio del caliente ambiente, una luz parpadeante captó la atención de Warrehn, era el comunicador de Aedan. Sin detener el trabajo de su mano derecha tomó el comunicador con su mano libre, era una llamada entrante: Räeesar.
Warrehn miró entre Aedan y el comunicador en su mano, y una malévola sonrisa se dibujo en sus labios, antes de que pudiera preguntarse a si mismo porqué lo hacía, abrió la llamada, en este momento solo estaba el impulso de que quería que ese tal Räeesar supiera con quien estaba Aedan y qué estaban haciendo. Se lamentó un poco de que hubiera sido una llamada y no una videollamada. ¿Debería solicitar el cambio a videollamada él mismo? Mientras pensaba en hacer esto, cortaron la llamada. Warrehn observó fijamente el comunicador, que marcaba una duración de menos de un minuto antes de que la pantalla volviera a apagarse.
Dejando el comunicador a un lado volvió a centrar su atención en Aedan quien en este momento se estaba viniendo en su mano.
"Bueno, ahora me toca a mí." le dijo, mientras se ponía de pie y se desabrochaba los pantalones.
"Espera... espera un momento..." pedía Aedan cuando una gruesa longitud se insertó en su boca. El glande era gordo y grueso, y percibió un sabor salado en su lengua. Al tener los ojos vendados, todas sus demás sentidos se intensificaron. La sensación era extraña y particular, pero no tan desagradable como pensó que sería.
"Abre un poco más la boca, es demasiado pequeña." dijo Warrehn con voz ronca.
"El tuyo es demasiado grande, esto no va a funcionar... " Aedan se retiró hacia atrás y protestó, pero antes de que pudiera continuar dos grandes manos tomaron su cabeza y la inclinaron hacia adelante, el grueso miembro volvió a insertarse en su boca, y Warrehn empezó a empujar sus caderas.
La respiración de Warrehn se volvió irregular y pesada mientras le follaba la boca a Aedan. Lo tenía sujetado por el cabello con brusquedad mientras entraba y salía de la cavidad.
Al final, Aedan perdió noción del tiempo, y no supo cuánto había pasado, solo sabía que le dolía la mandíbula espantosamente y que se estaba quedando sin aire. Las embestidas de Warrehn se volvieron apresuradas y erráticas, y justo cuando Aedan pensaba que ya no resistiría más, Warrehn empujo sus caderas profundamente, ahogándolo, y se vació en su garganta. Warrehn se enterró tan profundo que Aedan podía sentir claramente los pelos de su miembro. Fue una sensación asfixiante y a la vez tan estimulante de una manera que Aedan no estaba seguro de cómo describir.
Warrehn finalmente se retiró de su boca y Aedan perdió el equilibro y cayó hacia un lado, tosiendo como loco, aunque la mayor parte del semen ya estaba en su estomagó. Aedan se retorcía en el suelo mientras tomaba fuertes inhalaciones de aire. Estaba desnudo, atado y vendado, y su boca se sentía hinchada y dolorida, probablemente sus labios estaban partidos también, pensó que debería odiar al tipo que le había hecho esto, pero por más que se engañara a si mismo diciéndose que lo odiaba, muy en el fondo sabía que lo había disfrutado, le había gustado la brutalidad con que Warrehn lo había tratado. Había disfrutado del dolor y la humillación, y probablemente estaba jodidamente enfermo por haberlo hecho.
...
Aedan salió del baño completamente vestido y bien peinado, sino fuera por sus labios hinchados y la pequeña pero notoria herida en su labio inferior pareciera como si nunca hubiera sucedido nada.
Miró a Warrehn oscamente y le dijo "Me voy, cumple tu parte del trato."
Warrehn lo miró unos segundos en silencio antes de asentir, tecleo en su comunicador y luego le enseño la proyección holográfica de su pantalla a Aedan, donde borraba la fotografía, incluso de la papelera de la nube.
Aedan se sintió aliviado, esa horrenda fotografía finalmente ya no existía y de ahora en adelante podrían hacer como si nunca hubiera sucedido nada. Lo que sucedió en el baño no era nada, lo que acababa de suceder ahora tampoco era nada, no tenía porque significar nada, se repetía a si mismo.
Aedan asintió y se dió la vuelta para marcharse. De camino en el pasillo, revisó su comunicador distraídamente tratando de no pensar en lo que acababa de ocurrir, cuando se quedó helado viendo el registro de llamadas recientes.
Regresó corriendo a la oficina-habitación, no estaba seguro de que era, de Warrehn "¡¿Contestaste la llamada de Räeesar?!" preguntó exaltado.
"Tan rápido volviste por más." Warrehn dejó a un lado la copa de vino que estaba bebiendo y se burló "Se que soy difícil de olvidar pero..."
Aedan avanzó a grandes zancadas y sujetó a Warrehn de la camisa, la irá brillaba tras sus ojos grises "¡Imbécil! Contesta lo que te pregunté, ¡¿qué rayos hiciste está vez?!"
Warrehn tomó las manos de Aedan y ejerció mucha fuerza para obligarlo a soltarlo lentamente. Los ojos de Aedan estaban tan brillantes ahora que parecía que iba a romper a llorar en cualquier momento. "Por qué mejor no vas y le preguntas a tu precioso novio al respecto." Dijo Warrehn con una sonrisa maliciosa.
"Eres un canalla, ¡te odio!" Aedan escupió las palabras entre dientes y se fue con un portazo furioso.
Warrehn se quedó paralizado en su sitio durante mucho tiempo. Te odio. Muchas personas le habían dicho esto a lo largo de su vida, y siempre le había dado exactamente igual, no sabía porque está vez se sentía tan diferente.
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|MUY DESPRECIADO|
Fantasy- "Estoy muy orgullosa de ti, cariño. En el futuro serás el Rey Consorte del Quinto Gran Clan. Recuerda, debes hacerlo bien." Fue lo que le dijo su madre, la Reina Consorte Zeyneb 'shni' Waari, cuando tenía 7 años. ... - "Ah, estoy tan decepcionad...