"Todo en el universo pasa por la indirección. No hay líneas rectas."
- Ralph Waldo Emerson
Pese a todos los acontecimientos recientes el mundo continuó su curso para Aedan 'ngh' Waari, podría decirse que, con normalidad, anocheció, amaneció, volvió a anochecer y volvió a amanecer. Para mantener su mente ocupada, el príncipe Aedan se dedico por completo a los asuntos estatales de su clan, y por extraño que parezca, esta vez su madre Zeyneb se mantuvo al margen, sin mencionar una sola palabra al respecto. Sobra decir que esto dejo a Aedan muy sorprendido, pues estaba preparado para que ella le gritara e incluso lo agrediera como siempre lo hacía cuando él desobedecía sus mandatos. Pero esta vez, no sucedió así, todo continuó con normalidad, pues Zeyneb a penas le dirigía la palabra y eso era justamente durante las reuniones del consejo, y si se cruzaban por algún pasillo le dirigía una mera mirada fría y lo ignoraba completamente, lo cual era totalmente normal en el comportamiento de su madre hacía él.
Caso aparte por supuesto, su estado de ánimo era una historia completamente diferente. Pues a pesar de que por fuera el príncipe Aedan se mostrara tranquilo y dedicado únicamente a los asuntos del clan, por dentro se sentía muy abatido. De hecho dedicarse tanto al trabajo era su modo de escapar de sus propios pensamientos, pues al dedicarse a trabajar al menos tendría la mente ocupada la mayor parte del día y no tendría lugar para deprimirse y pensar en todo lo que había sucedido, que era precisamente su guerra de todas las noches desde aquel día.
Hoy, como había adquirido la costumbre estás últimas semanas, se retiró a sus aposentos lo más tarde posible. Podríamos decir que el príncipe rehuía a estar solo en su habitación en el mejor de los casos, y que tenía miedo, en el peor de ellos.
Aedan cerró la puerta tras de sí y se dirigió al cuarto de baño de inmediato. Se duchó, se puso la ropa de dormir y se cepilló los dientes, todo mecánicamente. Un breve vistazo en el espejo basto para denotar su rostro cansado, pálido y evidentemente más delgado, con oscuros círculos bajo sus ojos, debido a sus recientes problemas para conciliar el sueño.
Hecho todo esto, el príncipe se dejo caer a la cama y cerró los ojos. Pero como siempre en vez de que su mente se despejara y relajara para el descanso, vinieron a ella un sin número de recuerdos que Aedan hubiera preferido borrar. Su comunicador vibró de repente iluminándose. Aedan giró la cabeza en su dirección adivinando el remitente sin siquiera comprobarlo. Todas las noches recibía un mensaje de Samir. Saludándolo, preguntándole como se encontraba, pidiéndole disculpas y una oportunidad para hablar. También le contaba cosas sobre él y su día a día. De vez en cuando, Naro también le enviaba mensajes preguntándole qué había sucedido y pidiéndole que se reunieran. Aedan se negaba a hacer algo tan infantil como bloquearlos, pero no respondía a ningún mensaje, mucho menos llamadas.
Samir y Naro también habían venido en persona la primer semana después de lo sucedido, juntos y por separado, pero Aedan se había negado a ver a ninguno de los dos, inventando excusas. Había sido de lo más doloroso, pues por lo que infería de los constantes mensajes de Naro, él parecía no saber nada al respecto. Y además tampoco era culpable de nada. Sin embargo, Aedan tenía claro que no podía mantenerse cercano a Naro, pues aunque era inocente y alguien ajeno a lo sucedido, era el esposo de Samir, y claramente sería un puente entre ellos, lo quiera o no. Decir que Aedan se había sentido traicionado por lo que le ocultó Samir era decir poco. Probar el amargo sabor de la traición de parte de la persona que menos te lo esperabas era de lo más doloroso del mundo, y el príncipe Aedan había saboreado este terrible sentimiento por completo.
![](https://img.wattpad.com/cover/322108318-288-k497875.jpg)
ESTÁS LEYENDO
|MUY DESPRECIADO|
Fantasy- "Estoy muy orgullosa de ti, cariño. En el futuro serás el Rey Consorte del Quinto Gran Clan. Recuerda, debes hacerlo bien." Fue lo que le dijo su madre, la Reina Consorte Zeyneb 'shni' Waari, cuando tenía 7 años. ... - "Ah, estoy tan decepcionad...