|MUY DESPRECIADO|

Capítulo 16: No eres la única que sabe como jugar sucio

"Quien se venga después de la victoria es indigno de vencer." - Voltaire

"¿Estás cómoda, tía?" preguntó Warrehn en las tinieblas de la habitación. "Oh, cierto, no puedes hablar." 

Dalatteya yacía amordazada en el suelo de su elegante habitación. Sus ojos miraban con el más puro odio a Warrehn. 

"Tú y yo tenemos cuentas pendientes por resolver. Me he cansado de esperar y he venido a saldarlas esta noche." 

Dalatteya miró hacía la puerta con desesperación. 

"Deja de mirar, ni tu querido Lucius ni ningún otro sirviente vendrán a salvarte esta noche." dictaminó Warrehn "Me subestimaste demasiado, tía. No eres la única que sabe como jugar sucio sin dejar huellas detrás."  

"Y bien, ¿por donde debería empezar?" Warrehn se agachó a su lado y la tomó del cabello, un cuchillo había aparecido en su mano de la nada, y ahora estaba en el rostro de Dalatteya, a escasos centímetros de su ojo derecho.

"¿Qué paso con tu mirada de odio y arrogancia favorita, tía? ¿Acaso, tienes miedo ahora?" Warrehn negó con la cabeza "Eso no esta bien, todo aquel que hace malas acciones debe estar preparado para las retribuciones en el futuro." dijo Warrehn calmadamente. Entonces levantó la mano y asestó el primer golpe. "Esto es por mi madre." Los ojos de Dalatteya se abrieron como platos, no podía gritar pero un sonido estrangulado salía de su garganta, mientras forcejeaba.

"Esto es por mi padre, esto es por mi hermano, esto es por mí." Warrehn no tuvo piedad, continuó apuñalándola mientras la miraba a los ojos. Pronto el suelo se tiño de rojo y Dalatteya no tenía más fuerzas para luchar, Warrehn la desató y le quitó la mordaza. 

El cuerpo de Dalatteya cayó pesadamente al suelo, sus ojos seguían abiertos y jadeaba por respirar. 

"Debí haber hecho esto mucho antes, se siente muy liberador." dijo Warrehn mientras se limpiaba las manos con una toalla. 

"Eres un... maldito." Dalatteya habló en voz muy baja, mientras jadeaba por falta de aire. "Debí haberte matado... con mis propias manos cuando tuve la oportunidad."

Warrehn se rió como si lo que Dalatteya dijera fuera muy gracioso. "Pues ya vez, perdiste tu oportunidad." 

"Te pareces... mucho a tu padre. Eres un maldito... y siempre serás despreciado. No eres como mi Samir... él es bueno y amado por todos... él es el verdadero heredero... él nació primero... él tiene el derecho." 

"Estás delirando, maldita tía." replicó Warrehn mientras tiraba una sustancia por toda la habitación "Para tu información, el primer requisito para ser heredero es ser el hijo del Rey, no..." Warrehn se detuvo en seco, una posibilidad ominosa formándose rápidamente en su cabeza.

"¿Qué dijiste? Repítelo" se acercó al lado de la moribunda Dalatteya y exigió respuestas. 

Dalatteya solo se rio con la boca ensangrentada por la hemorragia. Era increíble como aun en su lecho de muerte seguía haciendo sentir inferior a Warrehn.  

"¡Dime!" 

"¿Qué... pasa? ¿Tienes... miedo?" Dalatteya se rio mas fuerte pero pronto escupió otra gran bocanada de sangre. "Como supones... Samir también es hijo... de tu padre. Tu padre me dejo embarazada... y se caso con tu madre. Es un... maldito... se lo merecía... y esa... perra también."

"¡Estás loca! ¡¿Por qué mi madre se lo merecía?! Si lo que dices es verdad, él canalla fue mi padre, mi madre no sabía nada, ella solo fue otra víctima de sus engaños." exclamó Warrehn con los ojos enrojecidos, y las venas de su frente abultadas.

"Tu madre... se lo merecía... siempre me quitó todo lo mejor... yo debí ser... la elegida... yo debí ser... la reina... mi hijo debió ser... el heredero." Dalatteya convulsionó de pronto y sus ojos se tornaron grises y sin vida. Había dejado este mundo, miserablemente, llena de resentimiento y dolor. 

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Warrehn se acostó en la cama sigilosamente, Samir dormía profundamente en la cama de al lado, el somnífero que Warrehn puso en su agua había funcionado de maravilla, Warrehn observo a su primo, o debería decir medio hermano, en la penumbra de la habitación, se sentía intranquilo y muy inquieto, era irónico, siempre había pensado que el día que lograra acabar con Dalatteya con sus propias manos sería el mejor día de su vida. Pero al parecer estaba equivocado, todo había salido bien, había logrado burlar la seguridad, y borrar todas sus huellas, nadie sospecharía de él, dadas las circunstancias que había creado para si mismo, pero aún así no se sentía bien. 

La venganza es un plato que se sirve frío dicen, él había esperado mucho tiempo la oportunidad perfecta, pero lejos de sentirse complacido, se sentía  despreciable. Si todo lo que dijo Dalatteya antes de morir era cierto, entonces su padre había sido un canalla, y Samir... Samir era... 

Sería una noche larga para Warrehn, tenía mucho en que pensar. 

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Diario de Calluvia

Fecha de la Unión Intergaláctica: 18768.187

¡Noticias impactantes! ¡El duelo envuelve al Quinto Gran Clan! ¡Un gran incendio en el Quinto Palacio Real se lleva la vida de la ex Reina Regente Dalatteya il Zaver!

Según declaraciones oficiales de los peritos investigativos, el incendió de la noche de ayer sucedió debido a una falla inesperada en el sistema eléctrico del palacio, el cortocircuito ocurrió en el ala oeste del palacio, lugar donde se encontraba la habitación de Lady Dalatteya. Hasta ahora se han confirmado cuatro muertes además de Lady Dalatteya, todos ellos sirvientes de Su Excelencia, que tampoco lograron escapar a tiempo del funesto. 

...

Un aguacero torrencial caía el día del sepelio. Era temprano en la mañana y el cielo estaba completamente gris. 

Dalatteya il Zaver fue sepultada en la cripta familiar de los Zaver, en un rincón alejado. Warrehn observó ensimismado todo el proceso, pensando en lo irónico que era como toda su vida, esta mujer había luchado por hacerse un lugar en este clan, y había terminado así, enterrada en un rincón oscuro y poco llamativo, lo más lejos posible de su padre y su madre. 

Pero el pueblo lloraba su perdida, aquella malvada mujer se había ganado el amor de su Clan a través de los años, los plebeyos habían suspendido todas sus actividades y negocios, encerrándose en sus casas por 3 días enteros, demostrando así su amor y respeto por la difunta ex regente, todo el Clan estaba de luto.

 Warrehn se preguntó si él muriera ahora mismo recibiría las mismas muestras de devoción. Una mueca surco sus labios finos y desprovistos de color. Seguramente que no, nadie lo quería aquí, más bien lo despreciaban, nadie lloraría su perdida, lo consideraban un usurpador, e idolatraban a los verdaderos usurpadores, pensó, mirando a Samir, el primer hijo del difunto Rey Frederick, que estaba de pie a pocos pasos de él,  tenía lágrimas en los ojos y estaba envuelto en el abrazo de su compañero. 

Tal vez no estaban del todo equivocados, y él realmente era el verdadero usurpador. Fue su último pensamiento mientras se desvanecía lentamente, la medicina que tomó antes haciendo efecto. 

El duro suelo de mármol era el único lugar seguro que lo esperaría, pero se equivoco de nuevo, y fueron unos brazos delgados pero fuertes los que lo envolvieron cuando estaba a punto de caer, lo último que vio fue unos preocupados ojos grises, y hermosos labios llamando su nombre.