Nuevas oportunidades

1.

Almu

- Venga que si, que está tarde quedamos

- No Juanjo, cuando yo os diga. Que no se qué sorpresa me tienen preparada mis padres

- Almu, tranquila, la última vez que te preocupaste por una sorpresa de tus padres, te fuiste una semana a Ibiza

- Esta vez tengo un mal pálpito Vio

- Eres una exagerada amiga

- Claro que no Bea

- Señorita Ruiz Sánchez, está es su parada

- Gracias Miss Jones

Baje del autobús del instituto. Hacía ruta, lo que significa que me recoge y me lleva de casa al instituto y viceversa.

Entre en casa, fui a decir hola a mis padres, pero me ahogué con mis propias palabras, había una especie de niña yonki sentada en la encimera de la cocina, escuchando música de macarras y comiendo sin usar plato ni cubiertos. Un auténtico horror.

- Perdona bonita, ¿te has perdido?

- Eso mismo debería decir yo de una niñata pija que va a clase los domingos

- Estaba en Andorra, ¿sabes lo que es?

- ¿Donde tienes tus cuentas de ahorros?

- Mira no se quién eres, pero estás en mi casa y me tienes que tratar con respeto

- Este sándwich que me estoy comiendo también se merece todo el respeto y mira por donde me lo estoy comiendo

- Mira bonita.- Me empecé a acercar a ella.- No sabes con quién estás hablando.- Me estaba sacando de mis casillas.- Así que relájate, bajate de ahí y come como las personas normales

- Mira bonita.- Dijo repitiendo mis palabras y acercándose a mi.- Tu tampoco sabes cómo quién estás hablando. Así que vete a hacer tus cosas de mari pija y piérdete, la casa es muy grande

Estábamos casi a punto de encararnos, por suerte para ella, aparecieron mis padres.

- Hola cariño, ¿que tal Andorra?

- ¿Habéis esquiado bien?

- ¿Quién es ella?

- Almudena

- No, respondo nada de Andorra, hasta que no me digáis quien es y que hace en casa

- Tranquilos, que ya desaparezco yo. Prometo comer en familia

- Gracias Chiara

- Bueno mira ahora se que se llama Chiara. ¿Que hace aquí?

- ¿Podemos ir al sofá?

- Está bien.- Seguí a mis padres por la casa hasta llegar al sofá. Ellos se sentaron en dos butacones y yo en el sofá enfrente de ellos.- Hablad

- Almudena, estás siendo muy impertinente y no te hemos educado así. Para empezar es nuestra casa y aquí entra quien nosotros autorizamos