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Kiki

Hoy era el día del primer casting.

Hoy debía pararme delante de la mismísima Noemí Galera y cantarle a capela.

Los nervios no eran lo único que me habían acompañado está noche. Vivi decidió quedarse a dormir.

Esto no entraba en mis planes ya que Alex y yo habíamos quedado en irnos pronto. Teníamos unos cuarenta minutos hasta el sitio y queríamos desayunar por el camino. Por lo que nuestro plan de salida eran las siete de la mañana.

Al ver que Vio se iba a quedar, Alex pidió permiso para quedarse el también y así escabullirnos los dos.

Apenas había dormido, me daba miedo dormirme y no escuchar la alarma o hacer algo mal y que mi sueño se acabase ahí.

Antes de que sonase la alarma estaba despierta por lo que no la deje sonar, cogí el móvil, la ropa y fui al baño.

Quería causar buena impresión con mi imagen por lo que me puse un pantalón vaquero y un top amarillo. Me maquille un poco y decidí escribir una nota a las chicas y dejarla en el salón.

"Hola amores, Alex y yo nos hemos ido a hacer unos recados, luego volvemos a comer. Os queremos mucho"

Espere a que Alex bajase y en cuanto estuvo listo nos fuimos.

- Alex

- Dime

- ¿Y si no?

- ¿Y si si? Kiki amor tienes que ir a por todas, con mentalidad de ganadora. Vas a ir le vas a cantar y te va a coger porque eres música y una artista

- Gracias

- Ahora cuando encontremos un bar que nos guste te voy a invitar a una tila doble

- Jajaja gracias

- ¿Ensayamos?

- No, no se

- Venga una vez por lo menos la de Vanesa Martin

- Vaale

Trague bien y cante a Alex. Esa canción siempre me recordaba a Violeta, por lo que no dude en cantarla en pensar en ella. Me dijo que fue increíble, cosa que no me creí del todo.

Al llegar a casa de campo, fuimos a un bar primero a tomar algo. Alex se pidió un sándwich un café y un zumo, sin embargo yo me pedí una manzanilla con tila. No me entraba nada. Cuando terminamos, pago y fuimos a hacer cola.

Había una persona repartiendo como pegatinas pequeñas y cuadradas, para que hubiera un orden dentro del caos.

Los acompañantes podían estar con nosotros hasta que entrábamos al recinto, una vez ahí nos tenían que esperar al otro lado, donde nos decían si si o si no.

El tiempo de espera Alex lo pasó haciéndome reír, bueno no sólo a mi, también al resto de la cola.

Una vez nuestros caminos nos separaron mis nervios volvieron a instalarse en mi. No quería estar nerviosa porque no había conseguido nada, pero podría conseguirlo y eso me apetecía.

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