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Kiki

Llegaba tarde al examen de conducir.

No por mi culpa o porque yo quisiera llegar tarde, sino porque pese a ir de incógnito un grupo de fans me reconoció. No quise ser borde con ellas por lo que me tomé unas fotos muy rápido y luego empecé a correr al darme cuenta que iba tarde.

Por suerte al llegar, estaba mi profesor solo, sin el examinador. Este hombre había sido más paciente y había tenido más mano que un santo.

- Toma agua

- Gracias. Es que las fans y luego fotos y correr y Fuf

- Respira tranquila, y después me la cuentas

Tras beberme media botella de agua, y respirar volví a contarle a Ángel, lo que me había pasado con las fans.

- Tranquila, la examinadora no ha llegado. Y confía en ti, lo vas a hacer increíble

- Gracias

- ¿Chiara Ruiz?.- Escuché a mi espalda

- Soy yo.- Respondí girándome

- ¿Mama?

Cuando vi a Ángel, moverse para ver quién había detrás de mi, tras preguntar si era su madre, me quedé en shock.

¿Como me iba a examinar su madre? ¿SU MADRE?

En lo que a mi me daba la paranoia y un poquito de estrés y ansiedad, ellos se abrazaron y saludaron como si nada.

- Bueno Chiara.- comenzó a decir ella.- Soy Margarita, tu examinadora, nada tiene que ver que sea la madre de tu profesor, seré imparcial lo que dure el examen. Mucha suerte

- Gracias

En cuanto la entregue mi DNI, comenzó el examen. Lo primero unas preguntas respecto al coche, si sabía abrir el capó, si sabía dónde estaba el medidor de aceite y como se usaba, vamos me tocó medir el aceite al coche.

Tras esa prueba nos montamos los tres, yo en el piloto, Ángel de copiloto y Margarita atrás. Antes de atarme comprobé que los espejos estaban bien, que los podía usar, después el cinturón y arranque.

Iba demasiado nerviosa, a tanto llegaba que me sudaban las manos y me costaba dejarlas en el volante. Margarita parecía un tempano de hielo, sus órdenes eran claras y concisas, " cuando sea posible gire a la izquierda" y ahí yo tenía que estar atenta si se podía girar o no, si habia un stop o un ceda el paso.

De la nada apareció un balón en la carretera y si hay un balón hay un niño corriendo detrás de él, por lo que frene donde no se podía frenar. Justo tres segundos después apareció un niño de unos siete años corriendo sin mirar a por el balón. Si no hubiera cometido esa infracción me hubiera llevado a un niño por delante. Margarita me dio la indicación para aparcar en el siguiente estacionamiento que encontrase. Se bajó y se puso a hablar por teléfono.

- Voy a suspender

- Lo has hecho muy bien Chiara, estabas preparada para eso y más. Incluso con lo del niño

- No se podía para ahí

- Era una causa de fuerza mayor

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