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Kiki

Hoy era nochevieja.

Hoy era la noche en la que cerraba sin duda el mejor año de mi vida, para dar la entrada a uno que querría que fuera mínimamente igual.

Y es que aunque el año no empezó de la mejor manera, y tuvo mucho altibajos, al final mereció la pena.

El año comenzaba con exámenes, como siempre, y es que segundo de bachiller era ese curso en el que solo estudiabas para la selectividad. Aunque a decir verdad no todo era estudiar, mi relación con Violeta cada vez iba a mejor, al igual que la de mi familia, cada vez me sentía una más.

Así hasta mayo, mes en el que supuestamente acaba el curso, pero en verdad lo único que acaban son las clases y vas solo a las que vas a presentarte en selectividad. A nivel familiar ya estaba inmejorable, ya que tanto mi familia como la de Violeta se habían vuelto íntimas.

Hice selectividad no se muy bien para que, ya que Alex me dijo que debía presentarme en operación triunfo y tras muchos castings y mucho apoyo familiar lo conseguí y fue de las mejores, pero a la vez peores sensaciones de mi vida. Por un lado iba a luchar por mis sueños y por dedicarme a lo que más amaba, por otro lado estar separada de mi familia cuando ya había conseguido sentirme una más y ya no tener dudas de que me querían me fue muy difícil.

Dentro de la academia también fue todo una montaña rusa de sentimientos. Extrañaba demasiado a mí novia, la necesitaba conmigo para que me dijera lo que valía y que esto era para mi. A su vez me enteré de que mi hermana y el capullo de Alex esperaban un bebé. En cuanto a compañeros, la mitad me odiaban por que si, y la mitad me querían porque se había molestado en conocerme. Luego no fue todo tan mal ya que conseguí llegar a la final con mis amigas, y como premio obtuve dos, que mi hermana y mi novia pudieran venir a la academia a verme y ganar, pero para mí el primero fue más importante que el segundo.

Tras salir, me quedaba por delante el último mes del año. El que sin duda alguna fue el peor. Tenía muchísimas entrevistas y que pasar muchísimo tiempo en el estudio por lo que no estaba todo el tiempo que quería en casa. Le compuse a Violeta una canción muy íntima, nos peleamos y casi empezamos el año sin hablarnos. Todo por ser demasiado dramáticas, pero eso al final nos hizo darnos cuenta de lo mucho que estabamos enamoradas la una de la otra.

Hoy quiero cerrar el ciclo y quiero hacerlo bien. Por lo que está noche vieja es para mí familia de amigos y para mi.

Aunque todo ello había empezado con una mentira. Les dije que necesitaba la casa de seis a ocho, pero que cuando vinieran ya debian venir arreglados. La mentira era grabar una cosa para una canción una idea de videoclip pero que me daba vergüenza con ellos aquí. Lo siguiente que hice fue preparar la mesa, con sus cubiertos, sus platos y los carteles.

Después la comida, pero nada ostentoso, porque luego sobraba, por lo que puse entrantes variados, siempre separándome a mi a parte, un poco de varios tipos de embutidos, una tabla de quesos, indicando cuáles estaban pasteurizados para que Almu se los pudiera comer tranquila, unos panecillos con mantequilla y salmón, unos langostinos cocidos, gambon y navajas a la plancha, berberechos el vicio de Almu en el embarazo, almejas en salsa verde, y una tabla de pates que le emcantaba a Juanjo. También prepare las uvas, las dejé contadas y las mías, las de Almu y Vio, peladas y sin pepitas.

Me cambié, y me puse uno de los vestidos favoritos de Violeta, uno con el cual toda su atención se iba a mis pechos, el típico con el que tenía que pedir que me mirase a la cara.

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