Dʀᴀɢᴏɴ Bᴀʟʟ Z: 𝗎𝗇𝗂𝗏𝖾𝗋𝗌𝗈

17. 𝖾𝗅 𝗂𝗇𝗍𝖾𝗋𝗂𝗈𝗋 𝖽𝖾 𝖬𝖺𝗃𝗂𝗇 𝖡𝗎𝗎

17. El interior de MaJin Buu.

Vegito no creía como era que Buu había absorbido a Kiriko, eso no se lo iba a perdonar.

—¿Qué pasa? ¿Te molesta que la haya absorbido? —Vegito apretó los dientes —. Descuida, irás con ella muy pronto.

— Inténtalo si puedes —Buu atacó a Vegito con el ataque de los fantasmas, una vez y pudo esquivarlo —. ¿En serio esa es la técnica que usas? Esa técnica la desarrolló un niño inocente, entiende que no lograrán hacerme daño.

—¡Eres un presumido! —pronto Buu hizo más fantasmas pero ahora con el adicional de hacer el makenkosapo y el Kamehameha —. ¡Ja! Esperemos que puedas esquivar eso.

—¡Vegito, deja de andar de presumido y dale su merecido! —exclama Nobu.

Estaba enojado, Buu no hubiera absorbido a Kiriko si él hubiera eliminado a Buu desde antes, y Vegito claro que estaba preocupado, pese a ser una fusión era parte de eso, de sentir.

Y sentía culpa en su primera estancia en la tierra por Kiriko.

En algún punto a Vegito lo atraparon los fantasmas pero ni con la explosión logró hacerle algún daño.

—¿Cuántas veces tengo que decírtelo? Esa técnica solo la usó un niño inocente y para ello no puede hacerme nada —se elevó lejos de las rocas —. Pagarás por absorber a Kiriko.

Ambos usaron la teletransportación para dar golpe y tener ventaja aunque a Buu ni le servía de nada, en ese punto no permitiría que ese sujeto le ganara, de ninguna forma.

—¿Te gusta el chocolate? —eso desconcertó a Vegito, pronto Buu usó su antena para convertir en chocolate a Vegito —. ¡Al fin!

Nadie lo creía, la única esperanza había sido convertida en un chocolate pero lo más sorprendente de eso es qué ese simple dulce tenía conciencia propia y podría darle de igualmente una paliza.

—¿C-cómo es posible? —pregunta Buu sin creerlo.

—Veo que no has aprendido, mi fuerza sigue siendo la misma —era el dulce de café que decía —. ¿Qué pasa? ¿No vas a golpearme?

—¿Golpearte? ¡Voy a comerte y a masticarte en mi boca hasta que no quede nada de ti!

—Adelante, entonces yo sí empezaré —un golpe fue a su estómago.

Pronto Buu no parecía tener más alternativas, ese dulce estúpido le estaba dando demasiados problemas de lo que debería, en algún punto no pudo darle un golpe por lo pequeño y ágil que era.

Vegito convertido en dulce atravesó la boca de Buu cortándole también su antena.

—Ay cuánto lo siento, como supuse que estabas deseando comerme me metí a tu boca que la atravesé —Buu estaba enojado, mientras regeneraba sus golpes.

—¡Deja de moverte, gusano! —Buu no tuvo otra que volver al estado normal a Vegito quién estaba confundido.

—¿Eh? ¿Qué pasa? ¿No te estabas divirtiendo? —elevó una ceja con ironía —. Se nota que te esmeraste en hacerlo pero al final fue imposible para ti siquiera comerme.

La pelea comenzaba a tornarse difícil para Buu, es decir de que él no podía darle algún golpe, no importaba las técnicas y los poderes que usara contra Vegito, no parecía dañarle nada.

—¡Cómo te atreves a hacerme esto! —Buu se regeneró ante el ataque de Vegito pero hubo un momento que no pudo —. ¿Qué?

—Te has regenerado muchas veces que tú cuerpo ya no puede hacer más, rindete de una vez.

Buu gruñó.