Capítulo 9

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No sin antes juntar la nueva notita con las demás, desvió la mirada hacia la derecha, pero allí no había nada.

¿Se había equivocado su ángel? No. No podía ser, pues él mismo se había denominado su guía.

A su derecha solo estaba el canasto donde se suponía que dejaría la ropa sucia, pero por si acaso levantó la tapa y observó su interior. Para su sorpresa estaba vacío.

La ropa sucia de ayer no estaba, pero si su ángel le había sugerido tomar un baño sería extraño que no lo haya hecho ayer.

Además, tal como su ángel había dicho, ya se sentía incómodo y deseaba quitarse la suciedad de la noche.

Aquello solo indicaba una cosa, ayer había puesto la ropa a lavar y de seguro hoy tendría que guardarla. Luego se tomaría el tiempo de buscar el tendedero.

Aunque bueno, también existía la posibilidad de que no viviera solo y que alguien lo hubiera hecho por él.

O que llevara demasiado tiempo dormido para que todavía hubiera ropa sucia que le perteneciera....

Suspiró cansado. Cada vez que una idea tomaba forma en su mente, algo sucedía que lo volvía a confundir. Todo indicaba que vivía solo más la falta de quehaceres daba a entender que tal vez no era así.

Sin embargo, también estaba la posibilidad de que él fuera lo suficientemente responsable como para tomarse muy a pecho el conocido dicho "no dejes para mañana lo que puedes hacer hoy". Pero además de ello ¿Qué papel tenía su ángel guardián en su vida?

¿Su amigo? ¿Un familiar? O quizás... ¿Su pareja?

Sacudió la cabeza bruscamente cuando fué conciente de que nuevamente estaba divagando, y se tambaleó un momento, dejando caer la tapa del canasto para aferrarse al lavabo antes de sufrir otro encuentro cercano con el piso.

Agitado, decidió volver al inodoro y dejar a sus piernas descansar, pero antes, volvió a mirar aquel rincón donde se suponía que estarían sus cosas.

No obstante, esta vez su vista se topó con un pequeño espacio amarillo, en una separación que no había notado antes, entre el marco de la puerta y la pared.

Cómo pudo se acercó nuevamente a la puerta, y con la punta de los dedos logró tomar el pequeño papel que resultó ser también una notita.

Sin embargo, grande fué su sorpresa al notar que al extraer aquel papel lo que creía ser una pared se abrió hacia atrás, dejando al descubierto una serie de estantes donde se hallaba su ropa, junto a un par de toallas y una linda bomba de jabón.

Desplegó la notita que se encontraba hecha un rollito y leyó...

"Disfruta tu baño."





Notitas Amarillas [YM]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora