16: Una realidad Alterna

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—Yo bajaré a tocar la puerta, tú tranquilo, Jimin. Lo que menos quiero es que te alteres.

—Es que, ¿cómo voy a estar tranquilo, Taehyung?

—Iré a preguntar, intenta calmarte un poco.

Vi a Tae bajar del auto y respiré hondo mientras veía por la ventana, esperando y deseando que quienes abrieran aquella puerta fueran mis padres. Quería que ellos abrieran y poder ir corriendo a abrazarlos para jamás volver a irme lejos de ellos ni de mi casa.

Tae tocó y la espera me pareció eterna hasta que abrieron; definitivamente, esto ya era más que una confusión de mi cabeza.

—¿Sí?

—Lo siento… creo que me equivoqué de dirección. ¿En esta casa no vivían los señores Park?

—No, vivo aquí hace más de 20 años. Ningunos señores Park han vivido aquí antes.

—Muchas gracias y perdón por molestar. Tenga buen día.

Taehyung hizo una reverencia al hombre parado frente a él y volvió con nosotros al auto. Me miró y aparté mi mirada de él, sintiendo las lágrimas inundar mis ojos.

—Iremos a la policía. Quizá todo lo que ha pasado te está jugando en contra y te confunde.

Miré a Jungkook y suspiré mientras asentía. —Gracias por la ayuda.

—No agradezcas. Jin, vamos a la estación.

Cuando el auto comenzó a moverse de nuevo, decidí quitar mi mirada de la ventana y me recargué en Taehyung. Cerré mis ojos y estaba tratando de convencerme de que todo iba a estar bien, aunque era claro que nada estaba bien con todas estas cosas que comenzaban a pasar.

Sentí el camino bastante largo, pero apenas llegamos a la estación de policías, bajé corriendo y de inmediato me acerqué a un policía.

—Necesito que me ayude a saber si el señor Park Seung-Hyun y la señora Park Hae-won han presentado algún tipo de reporte por desaparición.

—Lo siento, pero ese tipo de información no se puede compartir con cualquiera.

—Soy su hijo, Park Jimin. No los he visto durante ya casi tres días y necesito saber si han venido a reportar algo. Necesito que me lo diga, por favor.

Empezamos a casi rogarle a aquel policía hasta que finalmente accedió y fue a buscar los registros de los últimos días. Mientras yo estaba caminando de un lado a otro esperando que regresara y que por fin me diera una buena noticia, ya no necesitaba más confusión y malas noticias.

—Aquí están los registros.

Rápido me giré y me acerqué a él. —¿Hay algo?

—¿Cuál era su nombre?

—Park Jimin.

Lo miré cuando comenzó a buscar entre los papeles que tenía sobre la mesa. No podía más con los nervios y con cada hoja que dejaba de lado, mis nervios aumentaban.

—No hay ningún reporte de desaparición con su nombre ni el de sus padres.

—¿Cómo que no hay nada?

—No, usted mismo puede revisar si así lo quiere, pero su nombre no está entre ninguno de estos papeles.

Y eso fue todo para que supiera que nada de esto estaba bien y que definitivamente Taehyung y yo nos habíamos metido en algo completamente desconocido.

—Quizá tus padres aún no llegan aquí.

—Taehyung, los conoces. En cuanto vieron que no llegamos a casa, ellos debieron haber reportado con absolutamente todos los que podían ayudarlos.

The memories of a past life Donde viven las historias. Descúbrelo ahora