PRÓLOGO.

445 23 7
                                    

NO PASARÉ EL RESTO DE MI VIDA AÑORÁNDOTE:

Me encuentro solo, en tu habitación, intentando encontrar respuestas a lo que está sucediendo en mi vida y tal vez, también en la tuya... ni siquiera me di cuenta cuando las cosas comenzaron a cambiar o tal vez lo hice pero decidí darte tu espacio, decidí volverme ciego y sordo a tus quejas y a tu triste rostro.

Ha pasado un tiempo desde que te has marchado, no mucho realmente y tal vez esa es la razón por la que sigo viniendo a tu habitación esperando que lo que haya pasado no sea real, una simple broma, una simple pesadilla, tal vez pase más tiempo para que me dé cuenta de que eso no es verdad. Pero sé que te estás marchando, estás desapareciendo lentamente, veo tu armario más vacío, tu librero, veo mi vida más vacía... y podría esconder tus cosas y obligarte a presentarte pero creo que hemos llegado al momento en el que nada de lo que te diga hará que cambies de opinión y sólo nos haré pasar un mal momento, así que he decidido dejar que te marches de este apartamento y tristemente de mi vida, no quiero pasar el resto de mi vida añorándote porque, como te digo, sólo han pasado unos días y el dolor ha sido insoportable, no me imagino toda la vida con este dolor. No creo que tengas idea de cómo es este dolor porque te veías tan segura al marcharte, tan decidida que apuesto a que no ha sido difícil ir vaciando tu habitación.

Eras la persona que quería para mi vida pero ahora dejo que te marches, dejaré la puerta de tu habitación abierta, incluso la mía para que te lleves lo que quieras, no podría perder más de lo que he perdido estos días. Te amo y sé que siempre será así, siempre te recordaré pero no quiero añorarte toda mi vida.

Jack

Cuando ella se fue.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora