Después de todo.

192 12 4
                                    


La mañana siguiente me recibió con un fuerte dolor de cabeza que pronto se extendió por todo mi cuerpo. Leo había salido desde temprano a trabajar y yo tenía el apartamento para mí sola, como todos los días desde hace unos meses (muchos meses). Mis manos recorrieron mis labios y sentí un leve cosquilleo al recordar a Andrew besándome, pronto mi cara se tiñó de rosa y mis mejillas se incendiaron. Había apartado a Andrew tan pronto recordé que me había prohibido dar rienda suelta a un amor al que no le podría pertenecer por mucho tiempo y él no protestó, incluso pidió perdón y cuando Andrew hizo eso me sentí culpable. Debí alejarme de él cuando aún había tiempo y debí haber hablado con Jack cuando al igual que todo esto, aún había tiempo.

Llevaba por lo menos cinco meses sin hacer nada con mi vida y peor aún había pasado de tener un trabajo y estudiar un idioma a estar completamente desempleada y sin nada que hacer; mis cosas seguían empacadas al igual que mis libros... y pronto todo comenzó a abrumarme nuevamente. Tomé el teléfono de la casa y llamé a mi madre, después de mucho tiempo sin darle noticias sobre mi vida.

–¿Bueno? –Contestó rápidamente.

–Mamá...soy

–¡Claro que eres Jane! Eres la única hija que tengo –Me interrumpió con tono molesto.

–Sí... –Para ese momento ya estaba llorando.

–¿Cómo estás Jane? ¿Al fin se ha terminado tu etapa de hacer como si no existieras? Porque no ha funcionado, todos han estado preguntando por ti y todos me han hecho sentir como una mala madre –Su voz se quebró.

–Mamá llamaba para decirte que estoy bien y...

–Gracias a Dios porque he comenzado a tener ideas totalmente pesimistas y en verdad me odio por eso –Interrumpió nuevamente.

–Creo que regresaré pronto a casa... sólo no quiero que nadie se entere ¿De acuerdo?

–¿A quién te refieres con nadie? La madre de Jack llama cada vez que le es posible... ha estado tan preocupada por ti como yo, pero no, no se lo diré a nadie porque tal vez no lo hagas Jane – En ese momento mi necesidad de colgar el teléfono apareció y estuve a nada de hacerlo...

–Tal vez dentro de unos pocos meses esté por allá –Un suspiro del otro lado me hizo reconsiderar terminar la llamada – ¿Cómo están todos por allá?

–Estamos viviendo a medias Jane, tu padre y yo ¿Cómo nos puedes hacer esto? Cada dos meses nos contactas y sólo para decir que estás bien... –Otro suspiro y supe que debía dar por terminada esta conversación.

–Sí, emmm, lo lamento mucho, debo colgar. Te amo mamá –Antes de que pudiera agregar algo más colgué y seguí el ritual, apagar el celular y olvidar al mundo.

No duró mucho más tiempo eso de olvidar al mundo, había estado así por lo menos cinco meses, así que encendí mi lap top que se encontraba llena de polvo en una de las cajas. Entré en todas mis redes sociales y no, no estaba impresionada, no había ninguna notificación de importancia, únicamente invitaciones a juegos, comentarios en fotos en las que fui etiquetada y donde no aparezco. Estuve un buen rato descubriendo que algunos de mis compañeros habían decidido casarse, otros ya tenían hijos o por lo menos esperaban uno. El mundo seguía avanzando y yo estaba aquí refugiada en la casa de mi mejor amigo sin hacer nada... De repente una foto que no esperaba apareció en mi pantalla, Jack rodeando a Ella con ambos brazos, ambos sonreían, ella más que él pero no lo culpaba debía ser el alcohol que lo había mareado, al parecer estaban en una fiesta, sí probablemente la fiesta de cumpleaños de Jack. Y sí, todo esto se sintió como miles de acuchilladas en mi corazón pero es la decisión que había tomado. Más que molestarme nuevamente conmigo mismo, más que culparme por el roto corazón de alguien, estaba feliz porque el lucía feliz... Nosotros habíamos dejado de lucir así, por lo menos yo y eso es lo que más me lastimaba, el que yo haya dejado de lucir feliz.

Cuando ella se fue.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora