Para ser encontrada.

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—¿Cómo te ha ido en el trabajo? —Preguntó Tessa mientras comíamos helado. Era sábado por la tarde y el lugar estaba lleno, ninguna mesa libre, sin embargo la reservación oportuna de Tessa nos había salvado de pasar largos minutos en la lista de espera.

—Bien, no me puedo quejar —Sonreí— Todos son muy amables, no gano una fortuna pero es bueno distraerme trabajando un poco.

—¿Y nadie ha intentado liarse contigo? —Tessa me guiñó un ojo y yo sólo pude pensar en la palabra que había dicho "liarse".

—En mis tiempos... —Ambas reímos— Salías con la gente que te gustaba, no sólo te "liabas" —Hice el efecto de comillas con mis manos.

—¡Oh vamos! Sabes a lo que me refiero Jane —Tessa tomó una cuchara de su helado.

—En realidad... estoy saliendo con alguien —Asentí sin levantar los ojos hacia mi hermana.

—¿En serio? —Preguntó asombrada.

—En realidad no es como... no sé qué pasa entre nosotros ¿sabes? Antes de que me marchara habíamos quedado en dejarnos para no tener que preocuparnos el uno por el otro, la distancia y todas esas cosas... —Metí una cucharada de helado a mi boca— Pero seguimos hablando y...

—¿Se han visto? ¿Quién es? —Preguntó impaciente.

—Tessa, tienes que prometer que no dirás nada —Bajé la vista a mi helado— La semana pasado nos vimos, falté al trabajo y fuimos a la playa —Por más que quise mantener mi cara sin emociones una sonrisa se desplazó por mi rostro... Se llama Andrew, él me regaló a Boss —Asentí sintiendo como me ruborizaba.

—¿Tienes una foto de él? —Preguntó sonriendo ampliamente. Por fin podía hablar de Andrew sin sentirme juzgada.

—Sí, aquí está —Dije mostrando una foto con él que tenía en el celular.

—¡Es guapísimo Jane! —Me dio un codazo y ambas estallamos en una carcajada —¿Lo conociste en Nueva York? —Insistió y por primera vez no me sentía presionada por hablar de él.

—Sí, es el dueño de un bar y es amigo de Leo, él ha sido increíble conmigo —Solté un suspiro,

—Elizabeth ¿sabe algo de su relación? —Tessa levantó las cejas y soltó una carcajada.

—Ella sabe que pasó algo con Andrew, no quiero que alguien se entere que estoy saliendo con él porque las cosas no han regresado a su sitio aún... Todos piensan que estoy un poco loca y es mejor que lo dejemos así —Me encogí de hombros.

Tessa no dejó de hacer preguntas sobre Andrew en toda la tarde y más que enfadarme me hizo sentir feliz. Había olvidado lo bien que se sentía hablar con alguien acerca de lo que ocurría. Ginger había sido la última persona con la que había hablado de mis sentimientos y cuando se fue simplemente lo perdí todo; la persona que me escuchaba, que me aconsejaba, que cocinaba para mí, que cuidaba de mí se había ido y había pasado los años guardando cada momento, sin compartirlo y eso sólo me había llevado a convertirme en la persona triste que era hace casi un año.

Llegué a casa después de dejar a Tess en la suya. La casa estaba vacía excepto por Boss que, ya acostumbrado, me esperaba pacientemente en mi habitación. Mamá solía salir con sus amigas al cine o de compras algunos fines de semana, así que eran esos momentos en que la casa estaba tranquila cuando me daba cuenta de cuánto la necesitaba. Subí a mi habitación y me dejé caer en la cama; el nuevo estante para libros lucía muy grande en la pequeña habitación pero ahora todos los libros estaban bien distribuidos por colores, lucían bien y cómodos; mis zapatos estaban tan bien acomodados como mi ropa y al parecer mi vida también. Cerré los ojos mientras Boss lamía mi cara, estaba lista para dormirme en cualquier momento, la casa silenciosa, la habitación oscura y mis pensamientos tranquilos pero mi celular vibró a un lado rompiendo con la tranquila atmósfera que se había formado.

Andrew: ¿Ya has leído lo que te escribí en tu cumpleaños?

Jane: No, pensaba leerlo cuando te extrañara un poquito más ¿Quieres que lo lea ahora?

Andrew: No, para nada. Tu idea es mejor J

Jane: Ahora necesito leerlos.

Andrew: Mejor conversemos.

Jane: Te extraño.

Andrew: Yo un poco más que tú.

Jane: No lo creo, todas las noches estás rodeado de bebidas alcohólicas. Así es fácil no extrañar.

Andrew: ¿Lo dices por experiencia?

Jane: Jajajajajajaja Claro, estoy a punto de empinarme una botella de alcohol y olvidar que te extraño.

Andrew: ¿Ya has juntado el dinero suficiente para desaparecer un rato?

Jane: ¿Ya quieres que me pierda un rato?

Andrew: Ya quiero comenzar a buscarte.

Jane: Digamos que ya estoy perdida ¿Puedes venir y buscarme?

Andrew: ...

Jane: Dame tiempo, el problema ya no es el dinero sino el valor para hacerlo. Después hablamos.

Apagué el celular, cerré los ojos pero ya era imposible recuperar la paz de hace unos momentos. Desaparecer no es tan fácil como la gente cree, es triste y desespera porque lejos de casa, no habrá nadie para ayudarte más que tú mismo. Unas cuantas lágrimas escaparon de mis ojos esta vez no lloraba por mi situación ni por mi tristeza, lloraba por todo lo que había pasado en mi vida, las personas, los momentos, las buenas decisiones, las malas decisiones, los días buenos, lo malos y los peores.

Me levanté de la cama con pesadez, tomé una libreta y escribí como título: Si tuviera que desaparecer ahora mismo ¿A dónde iría? Así fue como comenzó mi plan para desaparecer, con todo y pistas para ser encontrada en el momento correcto por la persona correcta.


Cuando ella se fue.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora