Capítulo 16

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La pareja se encontraba en el departamento de los chicos

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La pareja se encontraba en el departamento de los chicos. Bill miraba la televisión sentado en la cama y Dafnne se miraba en el espejo. Ella llevaba unos pantalones cortos, pero en la parte superior solamente llevaba el brassier.

— ¿Qué tanto te ves? — preguntó Bill entre risas, ya que ella llevaba mucho tiempo viéndose.

Dafnne volteó y lo miró, su cara parecía preocupante.

— Bill, creo que tengo un bubi más grande que otra. — respondió ella.

Bill solamente rió. — Ven, Daf.

Dafnne obedeció y se acercó, para después sentarse al lado del chico en la cama.

— En todo el cuerpo hay siempre una parte más grande que otra. — explicó el pelinegro.

— Ah, ¿sí?

— Sí. Tienes un brazo más largo que otro, tienes un pie más grande que otro y tienes una bubi más grande que otra. Es normal.

— Bien.

— Ahora dame un beso.

Dafnne se encogió de hombros y eso hizo, lo besó en los labios.

— ¿Ya te dije que te amo? — soltó Bill al separarse, uniendo sus frentes y haciendo que sus narices rozaran.

Dafnne asintió. — Muchas veces.

— Pues, no me cansaré de decírtelo.

El chico volvió a besarla mientras poco a poco empezaba a recostarla en la cama, posicionándose encima de ella, sin dejar caer todo su peso.

En eso, tocaron la puerta, haciéndolos separar. La puerta se abrió y entró Tom, quien tensó la mandíbula al ver a Dafnne en brassier.

— ¿Qué quieres? — preguntó Bill mientras discretamente cubría el pecho de Dafnne al notar la mirada de su hermano.

— La cena ya está lista. — fue lo último que dijo para cerrar la puerta detrás de él e irse.

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Los chicos y Dafnne se encontraban sentados en el comedor. Los cinco comían tranquilamente hasta que Dafnne tapó su boca repentinamente, llamando la atención de los chicos.

— ¿Estás bien? — inquirió Bill, quien estaba a su lado.

Ella negó. Rápidamente se puso de pie y corrió al baño. Los chicos se miraron entre ellos y sus miradas lo decían todo. Un rato después, Dafnne volvió al comedor, con su mano limpiaba su boca.

— Mi amor, ¿estás bien?

Dafnne asintió. — Sí, solamente me dieron un poco de náuseas, nada más.

— ¿No te gustó la comida? — interrogó Schäfer.

— No es eso. Tu comida es deliciosa, no sé qué me pasó la verdad. — la chica tomó asiento nuevamente.

𝘀𝘁𝗲𝗮𝗹 𝗮 𝗸𝗶𝘀𝘀 𝗳𝗿𝗼𝗺 𝘆𝗼𝘂 ٭ bill kaulitzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora