Closer To You // Kookmin Au

Cap I

El sol se asomaba por mi ventana invitándome a despertarme. Quería? Claro que no. Sólo quería quedarme en mis sueños, esos en donde minimamente veía al amor de mi vida aunque sea a la distancia, o esos en los que tenía un poco de suerte y podía hablarle. De cualquier forma, cualquier escenario esa perfecto para mi, nada me indicaba que despertarme fuera realmente mejor que quedarme soñando...

Pero el despertador no decía lo mismo, y sonaba una y otra y otra vez, pero yo seguía hundido en mis pensamientos... Nadie me había advertido que vincular esa alarma a la playlist del amor de mi vida, solo podría obligarme a quedarme aún más escondido en la cama, es que, era el paraíso, mi vida era un paraíso visual y auditivo. Si dormía, él siempre en algún momento me visitaba, y si mis sueños eran interrumpidos por la realidad, lo hacía escuchando su hermosa y dulce voz una y otra vez, ya que esa alarma no iba a ser detenida aunque me obliguen. A lo sumo, podía postergarla.

Con esfuerzo me levanté de la cama, me desperecé y con una sonrisa causada seguramente por el hermoso sueño que tuve o por ser él lo primero que escuché al abrir los ojos, volteé mi vista hacia mi pared.

-- Buen día Kookie. -- Le dije a las fotos que en ella se encontraban, adornando mi cuarto, mi vista, mi vida, luego de regalarles una cálida sonrisa. Todo era hermoso si lo primero que veían mis ojos al despertar era él.

Me levanté para ir directamente al baño, y luego de continuar reproduciendo la playlist que me había despertado hacía unos cuantos minutos, me lavé la cara, los dientes, skin care, intenté ponerme bonito, y era hora de arrancar el día.

Hoy tenía que ir a la Universidad. A veces era un fastidio, pero intentaba no desenfocarme, mis metas eran claras, conseguir un trabajo que me acerque a mis sueños, y de paso ayudar a mi familia que tenía más necesidades que oportunidades.

Fui hasta la cocina de mi pequeño departamento en las afueras de Seúl, me preparé una taza de Caramel late, y me senté a disfrutarlo. Hasta que una notificación me sacó de mi rutina y disfrute... y por el contrario, sólo logró alterar mis sentidos.