Jungkook es el idol más famoso y deseado del momento, pero también el más arrogante e intratable, enloqueciendo al staff de su agencia como a su manager, y para empeorar la situación, adicto al sexo y a las fiestas.
Jimin es un inexperto e ingenuo e...
En la habitación de un maldito costoso hotel de París estaba recostado en una lujosa cama, porqué? Porque los ineptos de la aerolínea tuvieron un problema con el vuelo que me llevaba a Corea, y tuvimos que hacer una parada de emergencia. Tendría que haber estado hoy por la mañana en Seúl, pero aquí estaba, aún estaba varado en Europa. Con suerte por la noche de Corea, estaría llegando mi vuelo.
Luego de dos meses de gira por Estados Unidos, y trabajando sin parar, mi cuerpo pedía desconectarse de las obligaciones. Y no es que no me gustara hacerlo, creo que la única parte que en realidad me gustaba de mi trabajo era ésta. El problema era la exigencia constante, el foco puesto en mi las 28 hs del día, y lo sé, el día tiene 24 pero se las ingeniaban para meterse aún más de 24 hs, lo más que pudiesen... eso y más. Era asfixiante. Tener a mi manager controlándome todo a cada minuto, con sus malditos reproches de mierda del tipo "Jungkook, tienes que descansar, mañana tienes presentación", "Jungkook, otra vez borracho? Qué hablamos de esto?", "Jungkook, Jungkook, Jungkook" Todo el puto día. Y es obvio, me burlé mil veces de la seguridad durante este tiempo, tomé todo el whiskey que se me pegó en gana, cogí con cuanta persona se me cruzó, y me metí a todas las fiestas que se me invitó. La resaca ya era un estado cotidiano, era parte de mi organismo, no me agradaba, pero ya había aprendido a convivir con ella.
Y no digo que llegando a Corea nadie me controlaría, porque sería mentir si dijera eso. Pero al menos el insoportable de Kim, iría a su hogar, y dejaría de respirarme un poco en la nuca. No estaría al menos en el mismo hotel con una sola obligación, yo.
Pero como siempre, y siendo astuto, encontré una oportunidad, porque esta vez la vida me sonrió y me dió paz, demorando un día el vuelo de mi querido manager.
Eso quería decir que, podía respirar tranquilo, que la sensación de ahogo no iba a estar presente. Y nada mejor que unas buenas botellas de Whiskey importado y algo de compañía para pasar este aburrimiento. Tenía dos horas, dos horas en las que podía hacer lo que quisiese y con quien quisiese.
Y no me pregunten, pero yo siempre me las ingeniaba para conseguir lo que quisiese en donde estuviese. Y es que, si de alcohol, sexo y drogas se trataban, esas mierdas venían solas a golpear tu puerta.
Mientras esperaba que mi compañía llegara para poder deshacerme de todo el estrés y aburrimiento que cargaba, decidí tantear como estaban las cosas en Corea. Necesitaba asegurarme tener alguien o algo en donde descargar el cansancio y fastidio después de un viaje tan largo. Y básicamente de eso trataba mi vida. Tan solo pasar el rato.
Y si, por algún motivo, yo todo lo arreglaba con sexo.
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