Closer To You // Kookmin Au

Cap XXXI

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Tan solo tenía 21 años, y ya había vivido la situación más estresante de toda mi vida. Que seguramente hubiese resultado pésimo, si no hubiese estado Jungkook Junto a mí. Hablar de tanto contrato, tanta demanda, que confidencialidad, que cláusulas, y no sé que más, me habían agotado la cabeza. Para colmo, a la salida debería ir a la Universidad. Que sinceramente estaba pensando en desistir de hacerlo, sólo por hoy. Estaba exhausto con tantas cosas que habían pasado hoy.

Sentía el corazón totalmente estrujado, ya estaba estresado. Toda esta situación me tenía en un estado de tensión constante. Aunque en cierta forma, había logrado aliviarme porque sentía que todo esto ya había pasado y habíamos llegado a un acuerdo por fin. Y no es que ahora vaya a pasearme de la mano con Jungkook porque una cosa es el trabajo y otra la vida personal, pero al menos, las personas que debían saberlo, ya estaban al tanto. Y eso hacía que mi paranoia disminuyera un poco.

Toda esta situación aterradora sin dudas me dejó dos reflexiones. La primera, quien me manda a enamorarme del Idol más importante de toda Corea y encima empezar una especie de romance con él? Sólo a mí se me ocurría. Y la segunda y muy importante, era que Jungkook había demostrado una especie de interés real por mí y no temía disimularlo... la frase de aquel hombre tan poderoso me hizo pensar:

"porque nunca te habías involucrado sentimentalmente"

Acaso acababa de hacerlo conmigo?

Y si bien todo me había estresado bastante sentía una especie de calor en el pecho, sentía su contención, y eso era invaluable.

Más allá de todo. Viví en carne propia una mínima pizca de toda la presión a la que era sometido Jungkook a diario. Y hasta logro entender porque su rebeldía y el porque de sus comportamientos.

Salimos de la oficina y sin demorar mucho, me apartó hasta un pasillo aislado, donde realmente no transitaba gente. Porque mientras mayor era el piso, más altos eran los rangos y menor gente circulaba por ellos.

Me apoyó contra una pared, y como en un gesto de sumo alivio, me abrazó fuerte mientras me acariciaba la espalda. Necesitaba tanto esto, justo que se comportara como lo estaba haciendo. Siempre tan perfecto.

Besándome luego profundamente, como si de un desahogo se tratase, mientras no dejaba de acariciar mi rostro, como si fuese una joya invaluable que debía cuidar. Permanecimos así, sin separarnos y sin dejar de besarnos como por unos 10 minutos calculo.

Hasta que él lo hizo primero.

-- Ya me duelen los labios. -- Rió.
-- Entonces vas a tener que evaluar no extenderlo tanto. -- Le dije picaramente.
-- Cómo estás? Cómo te sientes? -- Me preguntó mientras tocaba mi cabello.
-- Más tranquilo. Ahora que estamos solos. Hablar tanto con esa gente tan poderosa me pone nervioso.
-- Me perdonas?
-- No tendría nada que perdonarte.
-- Si. Siento que te arrastré a todo esto de alguna forma. Yo sabía que te gustaba, sabía todo y aún así no paré de coquetearte, provocarte y acercarme, sabiendo los problemas que iban a traerte estar conmigo. Lo intenté, pero no pude. Perdón.

Suspiró un tanto desanimado. Pero realmente él era el ser más hermoso conmigo, cómo podría siquiera sentir que me hacía mal?

-- Te arrepientes? -- Le pregunté temiendo su respuesta.
-- Si. Pero no de conocerte o de ésto. -- Dijo señalándonos -- Sino de no haberte cuidado mejor.

Lleve mis dedos a su boca, y los apoyé suavemente para que no hablara más.

-- Shhhh.... Basta. Hiciste todo bien.
-- Sabes que no. -- Me dijo besando tiernamente esa misma mano que había llevado a su boca.
-- Me defendiste. No me dejaste. Y no puedo estar más encantado.
-- Jiminssi.
-- Mmmm?
-- Quieres quedarte conmigo hoy? -- Me dijo aún desanimado. Lo miré sorprendido ante el ofrecimiento. -- Te juro que me voy a quedar quieto, no voy a tocarte. Pero quédate conmigo si? Por favor.