Jungkook es el idol más famoso y deseado del momento, pero también el más arrogante e intratable, enloqueciendo al staff de su agencia como a su manager, y para empeorar la situación, adicto al sexo y a las fiestas.
Jimin es un inexperto e ingenuo e...
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No toleraba el dolor de cabeza, estaba demasiado estresado con todo lo que tenía que hacer, con todo lo que no había hecho, sumado a mis problemas personales, y esa maldita sensación de soledad y vacío que casi a diario me invadía cuando llegaba a mi hogar, sólo que hoy me acompañó durante todo el día. Y encima de todo... Jimin.
Me tenía mal. Quién era el idiota que le coqueteaba por las redes? Y porque se veían? Acaso tenía novio y yo di un paso tan en falso buscando acercarme ignorando ese detalle? Esos labios eran de alguien más y mientras tanto yo me la pasé intentando probarlos sin éxito? Como un grandísimo idiota. Me sentía un inútil, un total y completo fracaso.
Tenía la cabeza que me iba a explotar. Definitivamente necesitaba un trago. Estaba furioso y encima no sabía nada de Jimin hacía como dos horas. Está bien que no le hablé en todo el día, pero... como podía perderlo de vista por 2 horas??? Mientras tanto, mi cabeza que jamás me era de utilidad, sólo reproducía una y otra vez la imagen de Namjoon tocándole el cabello, mientras ambos sonreían. Me irritaba tremendamente.
Me levanté del sillón ejecutivo en el que estaba sentado y le pedí un break al productor, quien sin problemas asintió y continuó en lo suyo.
Salí de aquella sala en busca de algo. Nuevamente el tema de todos los días, que maldita oficina tendría alcohol.
Entré a la primera con la que me encontré. La de uso común, la de junto, buscando algo de whiskey. Revisé pero nada. Que fascinación estúpida tenían en esta maldita empresa por los licores.
De cualquier forma me serví uno que tomé al azar y me senté en el sillón ejecutivo del escritorio. Habían papeles, y una computadora encendida. Alguien estaba trabajando ahí evidentemente pero por algún motivo tuvo que irse.
En fin. Me giré para servirme otra copa, pero sin notar que de un momento a otro alguien entró, colocándose tras de mí, tapándome los ojos, sorprendiéndome sin dudas.
-- Que carajos...
Me giré para ver quien interrumpía mi break, y allí estaba ella. Cho Hee, la última bailarina que se había incorporado al cuerpo de baile. Joven, rubia, hermosa, ingenua pero con cara de demonio, que desde el día uno, no dejaba de tirarme indirectas, directas y todo lo que tuviese a mano.
-- Hola Jungkookie -- Me dijo en un tono coqueto. -- Buscabas algo de esto?
Me dijo poniendo una botella frente a mí, exacto, una botella de Whiskey. Bingo. Sí. Justamente eso que buscaba. Sin decirle nada, se la saqué de la mano, la destapé y me serví dos medidas, que con un solo trago ya se encontraban en mi organismo.
