Fates of his life with Taehyung ♡ YoonTae

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Habiéndose cerciorado de que lleva todo lo necesario para otros meses en esa cárcel llena de alfas, Taehyung y su hierba que lo protege de ser agredido, entra por la puerta que da acceso principal a su cuartel, donde su corazón desea profundamente ver a Yoongi.

Y ahí está, riendo y hablando con otros alfas que han vuelto de sus pequeñas vacaciones, aunque le es imposible no sonrojarse tímidamente, pues el alfa se encuentra sin la parte superior de sus ropas, dejando su hermosa y definida figura de dominante a ojos de todos, para deleite del omega.

Su corazón no puede evitar latir con fuerza ante tal imagen, a pesar de haberla contemplado durante muchos meses.

— ¡Taehyung! — saluda Yoongi, sorprendiendo al omega por tal recibimiento emotivo — me alegra verte ¿Qué tal lo pasaste en las vacaciones? ¿Has disfrutado con tu familia? Cuéntame.

— ¿Has encontrado ya una omega con la que desposarte? — pregunta otro alfa, cortando la conversacion — tengo entendido que eres el único de nosotros que no tiene prometida, y, según la nueva ley esos uteros con piernas deberán abrirlas para nosotros obligatoriamente, este país es el mejor.

Taehyung ve, con claridad, cómo los ojos de Yoongi se oscurecen, emocionandose internamente, sin poder evitarlo.

— ¿Qué clase de forma es esa para referirse a otra persona? No puedes tratarlos así solo porque traigan vida a este mundo, deberíamos deshacernos de esa mala tradición de despreciar a los omegas — se queja el alfa, poniéndose delante de Taehyung — por culpa de esto, han sufrido demasiado.

— Eres una raza superior, no puedes hablar así de seres que solo han venido a darnos descendencia y placer — continúa, con una cínica sonrisa — que sepas que mi padre va a buscarme un omega hombre, estoy deseando hacerme con el culo de alguno de ellos.

Taehyung siente cómo el color se va de su piel, el miedo atroz a que se tenga que desposar de algún alfa como ese le acecha más de cerca, pero sabe que debe mantenerse fuerte y demostrar la valía por sí mismo, si le obligan a hacerse monje o a ser violado, procurará ser lo primero.

— Realmente es una ley que os ha venido fantástica a alfas mediocres como tú — ríe Taehyung, dejando sus pertenencias — ahora vais a poder encontrar esposa o esposo en tu caso, obligado claro está, puesto que en circunstancias normales jamás podrías conseguir a alguien por ti mismo, siendo de una familia mediocre y sin apenas reconocimiento en la alta sociedad coreana.

Yoongi, por su parte, desearía besarle ahora mismo por tales palabras, nunca se había planteado que los omegas pudiesen ser fuertes y valientes como él, cuán equivocado estaba todos estos años por esa educación errónea y omegáfoba.

— Antes de que me critiques porque yo no estoy prometido, estás errado, solo por el hecho de que yo no enseñe mi pene como si fuese un trofeo y presuma de que han obligado a una pobre muchacha a desposarse conmigo, no implica que no la tenga, es más, nuestra idea es ir a visitar el mundo una vez que contraigamos nupcias y formar una familia basada en la tolerancia y en nuestros principios — termina, sonriendo irónicamente para despedirse con una reverencia, marchándose al campo de descanso.

El alfa va detrás de él, no sin antes hacerle un gesto grosero con el dedo al otro soldado al que Taehyung ha dejado K.O. en un segundo con sus punzantes palabras.

— Hey, no me dejes atrás — llama Yoongi, viendo, para su sorpresa como el omega tiembla levemente y en su rostro hay un claro miedo — eres muy valiente para enfrentarte así a un alfa, aunque podrías haberme dejado a mí.

— No me hace falta defensa de nadie — reprocha, para suspirar y sentarse en uno de los bancos del campo — además, tengo que aprender a defenderme por mí mismo para evitar que un alfa desalmado se entere de mi condición y decida que soy un estupendo premio solo por su condición de escala superior de la cadena, con esta ley estoy jodido y debo saber jugar mis cartas.

Es cierto, Yoongi no había sido consciente hasta ese momento de que van a casar con otra persona al omega que ha robado su corazón; por unos segundos, la desesperación lo carcome, presa del pánico.

— Mis padres me han prometido que me casarán con mi prima, así, no habrá problemas, a no ser que encuentre algún o alguna alfa que quiera desposarse conmigo prometiendo que no me violará y hará daño — explica a su amigo, el cual, está presa de la desesperación y apenas lo escucha — yo solo quería viajar por el mundo y enamorarme de alguien, libremente y por mi propia elección.

Mientras dice esas palabras, el omega gira su cabeza a Yoongi, contemplando el miedo que irradia este por sus ojos negros, agradeciendo en su corazón el hecho de tener un amigo tan cercano que se preocupe así por él.

Desde su punto de vista, Yoongi observa en esos luceros dorados cómo el brillo se acabará apagando, haciéndole sentir pequeño y desolado por no poder hacer nada, teniendo claro que, si se pudiese casar con él, aunque no le amase, lo haría feliz y cuidaría del omega cada día de su vida.

Ambos, alfa y omega, se quedan observándose en silencio, cada uno perdido en sus propios pensamientos opresivos y devastadores, pero con una sola cosa en común, algo que se daría un tiempo después, un mismo pensamiento.

Me encantaría casarme con él.