Nunca pensó que podía ser tan placentero y aterrador a la vez, es cierto que beber del aroma de su esposo, mezclado con el sudor por el ejercicio constante es algo completamente adictivo, pero el pensamiento de querer detenerse y que el alfa dominante del interior de Yoongi no se lo permita, le abruma en cierta forma.
Aunque ahora su último pensamiento es el de detenerse, está disfrutando como nunca, ignorando su dolor de rodillas que están generando pequeños hematomas por llevar demasiados minutos golpeándose contra el mármol, después de haber decidido que montar a su alfa era la mejor opción, y por qué hacerlo en la cama, si tienen una isla enorme donde subirse.
Esa imagen le vendrá a Yoongi demasiadas veces en su larga vida; el cuerpo tembloroso y sexy de Taehyung, saltando sin cesar encima de su pene, con las uñas clavadas en su abdomen mientras él disfruta y se siente dichoso.
Sabe que a pesar de estar en celo es el dominado y tanto a su lobo como a él les parece una idea fantástica, se enamoraron de Taehyung siendo un hombre dominante y asi lo van a querer hasta el último de sus días, siendo tal que así que echa ambas manos detrás de la nuca, disfrutando del espectáculo.
Cosa que, a Taehyung, le molesta y divierte a la vez, haciéndole inclinar para llevarse el pezón del alfa entre sus labios, por tal falta de decoro.
— Eso no me gusta, mi a-amor — gruñe, llevando ahora sus manos al trasero del omega — yo no soy como tú, mis pezones no son sensibles — un gemido profundo se escapa del fondo de su garganta, cuando Taehyung se lo muerde, rabioso — eres tan cabezota.
Taehyung ríe con su pezón entre dientes cuando Yoongi levanta las caderas y comienza a repartirle una serie de embestidas que dejarían a cualquiera sin aliento, pero su esposo es fuerte y duro, eso no le hará dejarle sin aire.
Con el desafío aceptado, Yoongi los baja a ambos de la isla, disfrutando de las pequeñas muecas que pone Taehyung mientras es penetrado sutilmente al andar, llevándolo escaleras arriba, a la vez que va besando poco a poco su cuello, deseoso de poder clavar algún día los colmillos ahí, aunque nunca lo hará sin el consentimiento de su esposo.
Su cuarto de matrimonio es el sitio donde Yoongi decide seguir penetrando sin descanso a Taehyung, levantándole ambas piernas hacia sus hombros y descargando, luchando contra el querer dejarse dominar por el celo, sabiendo que no debe o asustará a Taehyung y bastante tienen que hablar cuando acabe todo esto, pero no puede evitar el que sus caderas se muevan a su antojo.
— Más fuerte, v-venga, que p-pareces nuevo en esto — incita Taehyung, sabiendo él mismo por sus celos, lo malo y doloroso que es aguantarse.
Y ahí surge su perdición, porque el omega no tenia ni idea de la rudeza y la falta de aire, su cintura duele y sus piernas tiemblan, pero qué placer, qué espectáculo visual el que le ofrece Yoongi debido a que su alfa ha cogido completamente las riendas de su esposo y solo le queda rezar por su integridad física.
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Abre los ojos, sin recordar exactamente donde se encuentra, viendo que su esposo sigue anclado a su agujero y eso implica que se ha desmayado; no tenía ni idea de la necesidad sexual de los alfas, menos mal que él goza de una buena integridad física, no quiere pensar en los que son delicados o pequeños.
— Mi amor — gruñe Yoongi, deteniéndose — d-discúlpame por...
— Sigue — dice firme, soltándose de su esposo para ponerse a cuatro patas, girando su rostro con picardía — llevo dos días así, no me importa estar un poco más.
El celo de Yoongi dura aproximadamente eso, y hay una cosa que podría cortarlo antes, pero como han hablado de esperar para tener cachorros, todavía no lo ha hecho, pero es cierto que así acabaría el dolor de Taehyung.
Y si sale embarazado, ambos serán los padres más felices.
El alfa coge el pecho de Taehyung, penetrándolo mientras lo inclina hacia él, dejándose ir por unos últimos instantes antes de volver a la normalidad, disfrutando de los gemidos cansados y eróticos de su esposo, sabiendo que su orgasmo se acerca, anhelándolo como lo que va a hacer a continuación.
El dolor recorre el cuerpo de Taehyung, que siente como un pellizco dentro suyo, girando el rostro con pánico hacia Yoongi, viendo que este ni le visualiza, suponiendo que eso tiene que ocurrir de alguna forma.
Y con el último grito de Taehyung, ambos llegan al ultimo orgasmo de ese celo del alfa, anudados en una posición extraña, que le hace doler demasiado al omega.
— Q-Qué me ha hecho — solloza, siendo sentado en el regazo del alfa, con cuidado.
— Te he anudado — y Taehyung comprende, asintiendo — así podemos acabar esta tortura ya, creo que nunca lo hemos hecho tanto, ni siquiera en tus celos — el omega frunce el ceño, ante las palabras — follaría contigo hasta el fin de tus días, pero estar fuera de mis cabales es un lastre para mí.
— ¡Ah! — exclama, entendiendo su posición.
Entonces el corazoncito de Taehyung se calienta, llevándose ambas manos al vientre, sabiendo que anudarse en un celo, da altas posibilidades de embarazo.
— Esto puede embarazarme — dice, sin disimular ni un poco sus ganas de tener un cachorro — sé lo que habíamos hablado, pero seré muy feliz si me quedo embarazado hoy.
— Yo también lo sé — asiente, pensando que su vida exclusiva marital se podría acabar pronto — yo solo quiero que se parezcan a ti.
Taehyung sonríe, dejándose besuquear por la mejilla, sin saber que no iba a ocurrir nada de lo hablado.
