Fates of his life with Taehyung ♡ YoonTae

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Todo fue tan repentino e inesperado, a pesar de los constantes intentos por tener un cachorro, que Taehyung tardó bastante tiempo en aceptar que por fin lo iban a tener con ellos; no fue hasta que su vientre comenzó a hincharse poco a poco, que por fin pudo creérselo completamente.

Claro, en aquellos entonces, no existía la tecnología presente en el siglo XXI, sus miedos eran muchísimos más que los de ahora.

Entonces Yoongi, suspirando, no puede evitar a la numerosa familia que se encuentra ante sus ojos, todos tomando una rica merienda mientras él sigue contando cómo pasaron el embarazo de Taehyung.

— Efectivamente, yo fui la más buscada — presume Jiwon, orgullosa de ser la primogénita — que no os coma la envidia.

— Solo nos llevamos 10 meses entre nosotros — comenta Seongjin con aburrimiento, cansado del mismo discurso de su hermana mayor — papis estuvieron siempre muy activos en la búsqueda de cachorros.

— Yo creía que nos quedaríamos en solamente dos y de repente vino nuestra hermosa Bomi — dice Yoongi, sonriente — había demasiados alfas en esa casa y fue recibida como un regalo del cielo.

— Der verdad, pobre papi — asiente ella, cruzándose de brazos — qué difícil lidiar con tanto cabezota.

— Pero tu padre fue muy feliz — sigue Yoongi, mirando la foto de Taehyung embarazado de Jiwon en el salón — él estaba tan hermoso con esa panza pequeña, pero notable que le salió en los tres embarazos, siempre me dio la impresión de que é había venido al mundo a cuidar niños.

— ¿Aquí estaba mamá? — pregunta una de las gemelas, curiosa.

La pequeña se lleva un asentimiento de su abuelo, viendo cómo todas sus niñas se emocionan al ver a Taehyung embarazado de su primogénita y sonriendo, con esa sonrisa propia de su esposo que jamás se perdió y que mantuvo en todos sus embarazos y en toda su larga vida.

Su corazón todavía se acelera al recordar cómo sentía a su pequeña en esa pancita de su esposo y cómo su estómago revoloteaba de felicidad al ver cómo a Taehyung se le escapaban las lágrimas a cada momento, emocionado.

— Lo que más nos preocupó fue el momento del parto, la tecnología de ahora y el cuidado al omega es mucho más avanzado, pero tuvimos suerte y dimos con un gran médico que estuvo a nuestro lado, animándonos y dándolo todo desde el primer momento, a pesar de ser un alfa — explica Yoongi, recordando con seriedad la bienvenida al mundo de su primera hija.

— Papi siempre decía que el dolor y el miedo que sentía cuando le estaban abriendo la barriga para sacarme, se le pasó cuando me vio por fin — dice Jiwon, en voz baja, emocionada por recordarlo.

Yoongi solo asiente, recordando cada momento y anécdota del embarazo primerizo de su esposo como una de las cosas más especiales de su vida.

A su mente viene cómo Taehyung, cada mañana, le llamaba emocionado porque su barriguita crecía unos milímetros, aunque él no le veía la diferencia que aseguraba su esposo, pero siempre le sonreía y asentía, sabiendo que, si su omega lo veía, es que así pasaba.

Algo que le hace reír aun hoy, es el recuerdo de los antojos extraños que tenía su esposo durante el embarazo, mezclando comidas sin sentido como mandarinas provenientes de Europa con ramen, para Taehyung, eso era una delicia que él no podía entender, porque su esposo no estaba embarazado.

O cómo Yoongi pensó mucho tiempo el nombre de su primogénito, porque para él, iba a ser otro varón; inclusive en la corea moderna, ese nombre asociado a mujeres es algo escaso, se suele dar al primogénito de la familia, del que esperan que sea un gran alfa que provea y mantenga a su manada como tiene que tenerla.

Sorpresa fue para Yoongi cuando esa nena apareció ante sus ojos, claramente alfa por lo obvio, pero una hermosa niña con los ojos de Taehyung, algo grisáceos como todos los bebés, pero con esa tonalidad dorada, que, con el tiempo, se fue esclareciendo poco a poco.

Aún así, ella tenía cara de Jiwon, y así se quedó.

Min Jiwon, la primogénita de la familia Min, una de las más controversiales de Corea del Sur, por estar compuesta por dos hombres, habían tenido una niña y encima alfa, eso invitó a mucha gente a dejar los prejuicios a un lado.

El nacimiento de esta niña trajo mucha felicidad y un poco de apertura a una era más moderna, inclusive les hicieron una entrevista para uno de los periódicos de la época.

Aunque, algo que siempre se va a quedar Yoongi para ellos dos, sin duda, fueron los momentos de explosión sexual de su omega embarazado, que pasó de la época de vómitos a la época de utilizar sus feromonas de dominante, arrastrándolo hacia sus piernas a cada instante que podía.

Ya le cuesta excitarse, mucho más desde que Taehyung no está con ellos, pero recuerda con placer cómo uno de los días más cansados de trabajo, llegó a casa y se encontró a su omega, desnudo, embarazado y abierto completamente para él en la cama, esperando deseoso de llenarlo por completo.

— Alfa — ronroneaba, con la voz melosa y sexy que Taehyung sabía poner para engatusar a Yoongi siempre que quería salirse con la suya.

Y el alfa no pudo hacer otra cosa más que retirarse la chaqueta y la corbata, perdiéndose entre las piernas de su esposo.