Con la situación tensa entre ambos, pasan los días y se presenta una nueva noche de tareas en el bosque para aprender a moverse entre él en caso de una guerra. Esta vez por suerte no hay ningún tipo de rumor de peleas ni parece que vaya a ocasionarse una situación horrible como la anterior.
En esta noche, van por grupos, en los que se encuentran Yoongi y Taehyung, los cuales se alegran internamente, pero están algo alejados desde que han vuelto de las vacaciones.
Taehyung no quiere enamorarse más de ese alfa con el que no va a poder estar nunca, su destino está escrito por otros y no quiere sufrir, por ello h decidido alejarse de ese dulce muchacho, doliéndole en el alma los ojitos tristes con los que le mira, pero no pudiendo evitar hacerlo, su corazón es más importante ahora que cualquier mirada de cachorrito abandonado que pueda ofrecerle.
Otra noche de luna llena y los alfas molestos se dedican a contar tonterías propias de esa edad y de esa clase social, además no dejan de ser hombres controlados por sus hormonas.
— Pues en estas vacaciones, mi prometida me ha dejado besarla — comenta uno, ilusionado — nos vimos con nuestras familias y dimos un bonito paseo juntos, no pude evitar fijarme en esos labios rositas que llevaba para seducirme, así que, la tomé de la muñeca y la besé.
— Eso no es que te haya dejado — se burla otro, riéndose — la mía sabe que no puede negarse a lo que yo quiera en ningún momento, aquí mando yo que soy el alfa.
— Pues a mí es que no me dejan ni rozarla con un dedo, jamás estamos a solas — bufa otro, con molestia — estamos prometidos y jamás se me permite estar con ella ni a solas ¿Cómo va a funcionar así un matrimonio?
— Cuándo la desposes llegará tu momento — alienta Hoseok, dándole unas palmaditas en la espalda — mi primer beso no ha sido con mi prometida, pero sé que, si serán los últimos que me dé en la vida, yo me caso para estar con esa persona hasta el día en que me muera.
— ¿Con quién te has besado, fiera? — pincha Namjoon, muy entretenido con la conversación que están teniendo.
— Sé que sonaré infantil, pero me di mi primer beso con mi vecino — dice, sin tapujos ni miedos a las miradas que le están ofreciendo — era tan lindo que pensé que era una chica, aunque más tarde descubrí que no, la verdad es que los omegas masculinos son completamente hermosos — suspira, mirando hacia el cielo — hace más de diez años que no lo veo, ojalá esté bien.
— Qué envidia, has visto a un omega masculino — chista otro, enfadado.
— Yoongi ¿Tú te has dado ya el festín con tu prometida? — pregunta el que inicia la conversación, llamando también la atención de Taehyung, que solo se entretiene en mirar la oscuridad del bosque, en silencio.
— No, no la he tocado ni con un palo — niega, seriamente — se supone que no podemos acercarnos a ellas hasta que nos casemos y según me explicaron a mí, el matrimonio es solo para procrear, así que, no creo disfrute mucho más con ella.
Todos los alfas se ponen a rabiar por ello, a las chicas de la alta sociedad se las enseña a ser damas finas y pulcras que no mantienen relaciones más que para tener descendencia y eso hace frustrar a los alfas, que acaban yéndose con esa parte de la sociedad que nadie quiere ver, que se esconde en bares y callejones oscuros.
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Con la hora de guardia de Taehyung, este tiene mucho en que pensar, sobre todo, en si el matrimonio está ciertamente solo para traer descendencia a la familia y seguir con los legados, él supone que, si está enamorado de alguien, le gustará compartirlo todo con esa persona.
Suspira, temiendo que no sepa nunca lo que es ser amado y besado por alguien a quien corresponda, poniendo un pucherito involuntario que provoca la risa de quien viene a hacerle compañía.
— ¿Y esa carita? — pregunta Yoongi, que se sienta a su lado, en el tronco donde se encuentra haciendo guardia.
— Pensaba en la conversación de antes — le dice, mirando hacia adelante — todos habéis tenido alguna que otra experiencia de ese tipo, pero yo nunca he salido de casa más que con mis hermanos o padres y, además, no tengo ni siquiera pareja prometida con la que tener ese tipo de momentos íntimos.
— B-Bueno, en realidad... — dice bajito, haciendo que Taehyung lo mire curioso — t-tú si has tenido una situación así.
Recuerdos vergonzosos vienen a la mente de Taehyung, del día en que descubre su mayor secreto, haciéndolo sonrojar hasta las orejas, que su corazón lata con fuerza y se sienta incluso un poco mareado.
— Eso fue por mi bien, ni siquiera es considerado un beso — se excusa, levantándose con rapidez.
Nunca entendí bien por qué lo hice, tal vez fue porque amaba demasiado a vuestro abuelo y necesitaba hacérselo saber, esa fue una de las miles de veces que necesité demostrárselo de algún modo.
Aproveché la oscuridad del bosque para esconderlo debajo de uno de los árboles, apoyándolo suavemente contra la corteza de este, subiendo mi mano derecha a su rostro caliente y coloreado por el carmín, sabiendo que tenía el completo consentimiento por parte de mi esposo para hacer eso y no lo dudé, aun cuando el reflejo de la enorme luna en sus ojos casi me deslumbra.
Di mi primer beso a mi primer y único amor en una noche, que, para mí, es una de las más mágicas que recuerdo.
No supe qué más hacer que el hecho de juntar sus labios con los míos e intentar moverlos de forma torpe, sin tener ni idea de que era capaz de sentir dulce ese momento, sospechando que estaría a minutos de tener un infarto de lo fuerte que me latía el corazón.
Al mirar el hermoso rostro de mi esposo después de nuestro primer beso supe que tenía que hacer algo sí o sí, nadie debería robarme lo que es mío de nacimiento.
