Esta era la propuesta que había esperado toda su triste vida de omega; Taehyung soñaba que algún día un hermoso alfa fuese y le pidiese la mano con intenciones puras y sin ningún tipo de mal interés por detrás, estaba convencido de que jamás seria capaz de casarse con alguien a quien amase y su momento había llegado.
— ¿Qué me dices? — pregunta el alfa, nervioso y arrodillado, a punto de expulsar el corazón por la boca.
— ¡Por supuesto que no! — grita, apartando las manos de las del alfa, levantándose con furia, sin poder procesar lo ocurrido — ¿Acaso te has golpeado la cabeza? ¿Te crees que todo es así de sencillo?
— Pero, Taehyung... — llama, acercando sus manos mientras se levanta, apenado.
— Ponte tú en el hipotético y minúsculo caso en el que no me mandan a morir por haberme metido en mitad de un matrimonio de negocios ya más que planeado, ¿Qué crees que va a pasar? Todos se van a enterar de que soy un hombre omega y mi vida nunca más podrá ser fácil — explica, con lágrimas en los ojos — otra vez no entiendes que siendo alfa todo es sencillo y corrido para ti.
— ¡¿Todo?! — bufa, enfadado — tengo que aguantar el hecho de casarme con una desconocida que no amo solo porque me han impuesto esa necesidad de seguir con la estirpe familiar del demonio, porque es mi "obligación" — continúa, simulando con los dedos las comillas — el hecho de tener que traer más alfas al mundo con una mujer omega cuando estoy profunda, loca e irracionalmente enamorado de otro hombre.
Esas palabras golpean directas en el corazón de Taehyung, que está viviendo todo lo que siempre quiso, ser el enamorado de un hombre bueno y hermoso, pero su razón no le permite continuar con esta locura.
— Me hace muy feliz ser consciente de tus sentimientos y serán algo que en algunos momentos me pesen y en otros me ayuden a seguir adelante con la vida de mierda que me ha tocado, pero debes entender que tú y yo, en este momento de nuestra existencia, no podemos estar juntos, tal vez, en otra vida — sonríe, apenado — tengo que priorizar mi propia seguridad e intentar conseguirme el mejor futuro posible, ya que, solo sirvo para traer cachorros a este mundo.
— Taehyung, por favor, lo conseguiremos juntos — suplica, agarrándole de las manos, con desesperación — y-yo solo quiero estar contigo.
— Dejémoslo aquí ¿Sí? — sonríe, para soltarse de las manos, con tristeza — solo nos quedan un par de meses de esta tortura y no tendremos que volver a vernos más y dejaremos de sufrir, Yoongi.
El alfa, ve con el corazón en la mano cómo el amor de su vida se marcha sin mirar atrás, cómo el hecho de declarársele no ha servido para nada, solo para hacer el ridículo y quedar como un gran tonto, sin entender cómo Taehyung es incapaz de creerle cuando le dice que cuidará de él.
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Y así, entre miradas furtivas llenas de pena y desolación, los dos meses finales del servicio militar, llegaron.
El omega estaba con una mezcla de sentimientos, pues no había sido expuesto por su condición, pero, por otro lado, no podía estar más con Yoongi, a pesar de que todos los días recrease en su cabeza tan hermosas palabras dichas por él, esas que le serían un castigo para el resto de su vida.
Sin embargo, el alfa, había dejado de ser ese hombre bromista y amigo de sus amigos, se pasaba el tiempo solo y serio, alejado de las conversaciones y sin querer interactuar demasiado con nadie.
A Taehyung le partía el corazón verle así, pero su seguridad era prioritaria.
Con un enorme suspiro, el omega decide que es el mejor momento para despedirse para siempre de Yoongi, aprovechando que la ceremonia de clausura ha acabado, siendo su persona el soldado condecorado de su promoción, convirtiéndose en el mandamás de sus compañeros, sintiéndose completamente orgulloso a pesar de su condición de omega.
Con las últimas fuerzas, se acerca a Yoongi, pidiéndole con un gesto de cabeza que le acompañe y el alfa asiente, preparado, o eso cree, para despedirse de su enamorado.
Y una vez algo alejados de los curiosos, Taehyung, le coge la mano.
— Muchísimas gracias — empieza, sorprendiendo a Yoongi — has sido mis fuerzas, mis alegrías y tristezas, lo has sido todo para mí — sonríe, a pesar de haber empezado a llorar — hubiera dado cualquier cosa porque mis hijos se pareciesen a ti, pero en esta vida no va a poder ser, espero encontrarte en la siguiente y poder decirte abiertamente que te amo con todo mi corazón.
El alfa se mantiene en silencio, le ha costado dos meses entender que es la posición de Taehyung y que no puede obligarle a nada, solo le aprieta las manos, impidiendo que haya una despedida, desolado.
— Gracias por haber sido mi primer amor, Min Yoongi — susurra, soltándole la mano para ponerla en el rostro, otorgándole un beso suave y de despedida en la mejilla.
— Siempre te ha encantado ser la vergüenza de la familia, por mucho que he intentado que no — escuchan decir, girándose hacia la voz y soltándose del susto — Yoongi, yo no te he criado para que pongas en entredicho la imagen de la familia Min.
— Padre, solo es mi compañero, nos estábamos despidiendo — dice Yoongi, poniéndose delante de Taehyung.
— Cuando vinimos aquí con tu prometía, lo investigué por cómo lo mirabas y su belleza inusual en un alfa — dice el padre de Yoongi, mirando a Taehyung con unos ojos aterraodres — efectivamente es un omega dominante, sus padres supieron esconderlo estupendamente, pero no han podido ocultarlo de mí.
— Padre, por favor... — ruega Yoongi, aterrado y sinriendo a Taehyung temblar detrás de él.
— He cancelado tu compromiso con HyeJin — anuncia, sorprendiéndolos a los dos — que mi primogenito esté casado con un omega dominante, debido a los escasos que sois, es muchísimo mejor para mi imagen social.
Alfa y omega se miran, viendo que de un segundo a otro, están comprometidos.
