23. Síntomas

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Al día siguiente salimos temprano con Nick en el auto, ya que me llevaría a pasar el día fuera en otra ciudad. Fui durmiendo todo el camino hasta que llegamos.

- Llegamos.- dijo Nick desabrochando mi cinturón

- Oh...- dije aún adormilada- Lamento haberme dormido todo el camino.

- Tranquila, no hay problema.

Nick planeo todo un día lleno de sorpresas para mi hoy y me tenia bastante emocionada. Partiríamos la cita en una cafetería donde me dijo que vendían el mejor pastel de zanahorias.

Estar en otra ciudad era algo tan nuevo y en una cita era lo mejor. Lamentablemente, con Nick no podíamos ser cariñosos en público o tomarnos de la mano en caso de que otro Fox nos viera.

- ¿Y bien?- me preguntó ansioso por saber si el pastel me había gustado

Nick había tenido un gran acierto, esto era delicioso y sentía que podría comerlo todos los días.

- ¡Me encanta! Me gustaría tener la receta para hacerlo en casa.

Nick rio al ver mi reacción.

- No creo que nos den la receta, esta cafetería es famosa por ese pastel y no se la darán a nadie.

Suspire desilusionada.

- Por ahora disfruta tu pastel, puedo traerte otro día si quieres.

- ¡Siii!- dije muy emocionada - Estoy segura de que a Charlotte también le gustará aquí, podríamos venir con Jake.

- Me alegra que te lleves bien con ella.

- Charlotte es mi mejor amiga y la adoro mucho. Nunca tuve amigas y es importante para mi. A veces me pregunto como alguien tan dulce como ella terminó...

No quise continuar.

- ¿Con un Fox?- preguntó acertando con lo que quería decir

- Sí... ¿tú lo sabes?

- Sí.- dijo antes de beber su café- Pero eso es algo que debes preguntarle tu misma.

- Oh... es cierto.

Continúe comiendo pastel y note que Nick me miraba mucho.

- ¿Qué?- pregunté

El sonrió y se acercó para pasar su pulgar por la comisura de mi labio sacando un poco de pastel que se me había quedado allí para luego lamerlo. Ese gesto hizo que mi cara se pusiera roja y deseaba que nadie lo hubiera visto.

- Tienes razón, esta bueno el pastel.- dijo él aún mirándome

No importa cuanto tiempo lleve con Nick, él tiene una mirada tan intensa que siempre me pone nerviosa y él lo sabe y lo ocupa para molestarme.

- N-No deberías hacer eso aquí.- le susurre con la mirada en el plato- No sabemos si nos podemos topar con alguien de tu familia.

- Tranquila, no hay nadie.

Cuando terminamos de comer pastel Nick me llevo a una pista de patinaje en hielo.

- Si no sabes puedes sujetarte de mi.- dijo él, pero no era necesario.

Corrí a ponerme los patines como una niña pequeña.

- Vaya.- dijo Nick entrando a la pista después de mi- y yo que pensaba que no sabias para estar tomados de las manos.

Me reí.

- Toda la vida he ido a patinar en hielo. Cada invierno se congela un lago cerca de mi casa y siempre íbamos con mi familia.

El predador y la presa 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora