Segundo libro del "El predador y la presa"
Han pasado seis meses desde que Bonnie se fue de casa y vive con Nick.
Han estado bastante tranquilos, todo este tiempo pero con el regreso de Nina Wolf todos sus planes de ser libres serán arruinados.
"Bonnie... Debo atender algo urgente, saldré con Jake... Te dejé dinero para el taxi por si quieres ir a ver a tu papá. Aliméntate y cuídate.
Llego en la noche.
- Nick"
Esa fue la nota que me dejó a un lado de la cama.
Todo un día sola ¿Qué debería hacer?
Me quedé un buen rato mirando el techo hasta que recordé que había planeado juntarme con Jace. Me levanté de un salto para arreglarme. No veo ningún pecado ir a juntarme con él, mi mente necesita despejarse de vez en cuando.
Tome el dinero que me dejo Nick y me dirigí al punto de encuentro. Había llegado puntual, esperaba nerviosa, tenía la sensación de que quizás esto no era correcto y mi mente me hacía creer que todos allí me juzgaban. Pensé en irme cuando justo apareció.
- Bonnie... - Ja-Jace...- sonreí - Lamento haber tardado un poco, por el frío que hace pensé en traer unos cafés. - Pe-Pero pudimos tomar un café aquí.- señalé al lugar que estaba detrás - Lo se, pero quería llevarte a otro lugar... ¿no te molesta caminar? - Para nada.- sonreí mientras recibía el café
Mientras caminábamos, Jace era quien llevaba la conversación.
- ¿Qué te sucedió? ¿Cómo fue que paraste en el hospital? - Ahm, es... - tenía que pensar en una mentira- es algo vergonzoso, me caí por las escaleras. - Oh, ya veo. ¿Cómo han ido tus días? Es aburrido no verte más en la universidad. - Ah, no hay mucho que contar la verdad. - ¿La chica que estaba contigo la última vez es tu amiga? - Eh... - Una de cabello blanco y muy ondulado. - Ah, si...
Por ese momento solo caminamos y bebíamos café.
- Lo siento pero... creo que tengo la sensación de que no querías juntarte conmigo ¿ocurre algo?
Eso si me tomo por sorpresa.
- No, para nada.- sonreí - Ok...- no parecía muy seguro de mi respuesta - Jace... ¿a dónde vamos exactamente? - Quiero llevarte a conocer a alguien.
Lo miré confundida.
- Es una persona que de seguro te agradará.
Por alguna razón eso no me empezó a dar buena espina. Caminamos un poco más y comencé a sentirme muy mareada.
- Jace...- me sostuve de la tela de su abrigo antes de desmayarme
Escuche una gotera y también el ruido que hacen las luces de neón cuando parpadean al no estar bien. Abrí lentamente los ojos y estaba en un lugar con muy poca luz, unas luces azules y moradas de neón eran lo poco que iluminaban. Estaba sentada en una silla, al notar que mis muñecas y tobillos estaban atados con una cuerda me asuste.
- ¿Qué es esto? ¡Jace! - Tranquila, orejas largas.- una voz femenina se acerca a mi, no podía ver bien su rostro. Tomó mi barbilla y puso sus labios con los míos fundiéndolos en un beso
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