El predador y la presa 2

25. Papá

- Lo lamento, Nick.

No me atrevía a mirarlo a la cara.

- ¿Estas 100% segura?

- Sí, el doctor lo dijo. Además tengo todos los síntomas.

Quería que la tierra me tragase en ese momento, pero todo cambió cuando Nick me abrazó levantándome. No estaba enojado, lo contrario, se veía muy feliz.

- No puedo creer que seremos padres.- dijo emocionado

- ¿Eh?

- Bonnie ¿por qué no me lo dijiste?

- Pues... porque pense que te molestaría.

- Bonnie, te amo y lo que más quiero es vivir feliz contigo.

- ¿De verdad?- dije regresando a llorar, pero esta vez de felicidad

- ¡Por supuesto! Ahora te amaré el doble o el triple, dependiendo de cuantos hijos tengamos.

De verdad no me esperaba esa reacción, tenía tanta angustia que verlo así me libero.

- Te amo, Nick... perdón por no contarte y por mentirte cuando salimos.

- ¿Entonces has estado con síntomas?

- Sí, me siento siempre cansada... hay comidas que me dan nauseas y me mareo.

- Ya veo. Bien, estaré atento para que no tengas ninguna complicación durante tu embarazo. ¿Quien mas lo sabe?

- Solo Charlotte. Le pedi que no le contara a nadie.

- Ok. De momento que siga así ¿ok?

- Sí.

****

Después de desayunar, fui a tomar una siesta donde Nick se quedo a mi lado acariciando mi cabello. Me quede tan dormida y soñaba con nuestros hijos, imaginaba que eran dos y uno era un zorro y el otro un conejo.

Cuando desperté Nick no estaba, caminé por la casa buscándolo hasta que lo escuche en el salón hablando por teléfono. Caminaba nervioso de un lado a otro.

- Debemos apresurar todo ahora... - decía por su celular- como máximo un mes y medio... sí, sí, lo sé... pues imagínate como estoy con la noticia... Ok, ok... adiós.

- Nick...- me acerqué preocupada cuando corto- ¿qué sucede?

- Bonnie, pensé que estabas durmiendo.

- Acabo de despertar ¿todo bien?

- Sí, tranquila.

- Te ves... nervioso ¿con quién hablabas?

Nick estresado camino hasta donde estaba el mini bar y se sirvió un whiskey.

- Hablaba con Jake.

- Oh...

- Bonnie, lo siento. No quería que me escucharas.

- Necesito saber si todo esta bien.

Suspiro y se tiro al sofá.

- Bonnie, no me malinterpretes, no estoy molesto, pero el que estes embarazada tendrá repercusiones en nuestro plan para salirnos de los Fox... se tendrá que acelerar todo.

Preocupada me senté a su lado.

- ¿Por qué?

- Bonnie no pueden saber que estás embarazada, te mataran o mataran al bebé.

Sentí un nudo en la garganta.

- Bonnie.- dijo poniendo sus manos sobre las mías- Ahora tendré que cuidarte el triple. Necesito que acates todas las reglas que te diré ahora y las que puedan surgir.