24. Secreto

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Cuando regresamos a casa al día siguiente le pregunté a Nick si podía llamar a Charlotte para hacer una pijamada y entregarle su regalo.

- ¿Pijamada?- preguntó

- Sí.

- Pero si siempre se queda a dormir cuando viene.

- Sí, pero viene con Jake y duerme con él. Una pijamada es solo de chicas.

- Bueno, llámala.

Salte de felicidad y la llame, ella se escuchaba igual de emocionada con la invitación y me dijo que llegaría después de almuerzo. En la tarde Jake paso a dejarla.

- Charlotte vendré a buscarte mañana temprano.- le dijo Jake- Diviértete con Bonnie.

- Sí.- dijo ella sonriendo

- Bonnie estaré en mi oficina por si necesitas algo... ya saben que esta es su casa y pueden hacer lo que quieran. - dijo Nick

Ambas saltamos emocionadas.

- Aún no entiendo la diferencia de una pijamada a cualquier otro día.- dijo Nick

- Son cosas de ellas.- le dijo Jake- déjalas que disfruten.

- Bien.- dijo resignado

Nick nos dejo una habitación para ambas dormir allí. Encargamos comida y nos hacíamos rutinas de skincare mientras conversábamos en la habitación.

- ¡Oh!- dije recordando algo- Casi olvido que te tengo algo.

Charlotte alzo sus orejas curiosa y su cola se movió un poco.

- Ten.- es un regalo

Ahora su cola se movía de un lado a otro muy emocionada.

- ¿Un regalo para mi? Ay, Bonnie eres tan linda.

- Es por nuestra amistad.- sonreí

Cuando lo abrió no podía ocultar su felicidad.

- ¡Brazaletes de amistad! ¡Me encantan!

- Me alegro que te gusten.

- ¡Gracias!- dijo mientras me daba un abrazo bien apretado

- De nada. Es lo mínimo que te puedo dar por ser tan buena amiga conmigo.

- Bueno, ya somos familia prácticamente.- sonrió

En ese momento recordé cuando hable con Nick y le preguntaba por la vida de Charlotte antes.

- Charlotte... ¿puedo preguntarte algo?

- Claro.

Aclare mi garganta y me acomodé en mi asiento.

- ¿Puedo saber más de ti? Aun no entiendo como alguien como tu termino en este mundo. ¿Cómo conociste a Jake?

- Oh... es cierto, nunca te lo conté.

- Si te molesta no hay problema.

- No hay problema. Pues...- tomo aire mientras miraba hacia arriba como si allí revisara todos sus recuerdos- Yo provengo de una familia adinerada. Aunque nunca tan adinerada como los Fox. Mi padre era doctor y mi madre enfermera, no lo sabía en ese entonces, pero ambos solían ayudar a los Fox cuando estos resultaban heridos. Mis padres siempre me mantuvieron en una burbuja por años, pero de alguna manera esto se supo donde estudiaba y comenzaron a molestarme. Nunca me atreví a afrontar a mis padres con eso, creo que me daba miedo que me dijeran que era verdad. Hace cuatro años, fui a la consulta de mi padre sin avisarle y dentro estaba Jake, quien había recibido una herida de bala y estaba muy mal. Cuando lo vi supe que todo lo que decían de mi familia era verdad.

El predador y la presa 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora