12.- Instintos animales

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Podía oír como muchos reclamaban mi acción, pero al notar como Natasha me daba una paliza, comenzaron a aplaudir.

¿Qué rayos había pasado por mi cabeza? ... Cuando vi a Ted lo recordé. Prefiero morir dando la pelea y defendiendo lo que creo correcto que vivir con la culpa.

No podía simplemente dejar que me mataran, yo debía luchar. Nick me preparo por meses para ser más fuerte, no puedo desperdiciar todo ese entrenamiento.

Me puse de pie, mi cuerpo aún no recibía algún daño terrible, tomé distancia y pensé rápidamente en los puntos de mi contrincante. Natasha era definitivamente más fuerte que yo, pero era más lenta para reaccionar. Debo incrementar mi velocidad y sacar provecho de eso.

"Cuando te encuentres en una situación de peligro, concéntrate en todo lo que es tu parte animal" eso me había dicho Nick durante mi entrenamiento.

Inhale y exhale.

No tenía colmillos, ni garras para defenderme como los depredadores... pero... tenía mi mayor fuerza en mis piernas, podía dar grandes saltos y moverme rápidamente.

- Oh ¿vas a pelear? - soltó una carcajada la cual no deje terminar porque salté dirigiendo una patada directa a su estómago

No podía dejar ningún segundo para darle la oportunidad, debía noquearla. Jamás he querido matar a alguien, no creo que quitarle la vida a alguien sea la solución a algo, es por esto que mi idea era solo dejar inconsciente o imposibilitada para seguir peleando.

"Si quieres noquear a alguien debes darle en la mandíbula o en la sien... el puñetazo causará que el cerebro se meza violentamente contra el cráneo, lo que ocasionará un desmayo" 

Lancé mi puño, pero al tambalearse lo esquivó, así que rápidamente tuve que lanzarle un golpe en su nariz, seguido de esto patee sus rodillas. El sonido fue tan fuerte que de seguro las había fracturado.

Natasha cayó al suelo gritando de dolor, esto me sorprendió un poco, jamás creí poder pelear con alguien que no fuera Nick.

Unas garras me rasgaron la pierna, Natasha quería seguir peleando. Este combate estaba despertando su lado animal, sus uñas se volvieron más afiladas ya casi como garras y sus ojos parecían querer mi sangre.

La pateé con fuerza en el ojo y con eso logré alejarme mientras ella gritaba de dolor.

Creo que ese momento había olvidado donde estábamos, en mi mente solo estábamos Natasha y yo, y creo que esto era literalmente una cacería. Una pobre coneja luchando por su vida contra un tigre.

"Si no puedes dejar inconsciente a tu oponente, puedes dejarlo muy herido sin matarlo..."

Otra vez las palabras que me había dicho Nick en el entrenamiento llegaron a mi cabeza.

Mientras Natasha seguía gritando de dolor, mis ojos se movían de un lado a otro buscando entre la oscuridad algún arma.

- ¡Señorita!- el grito de Ted me hizo recordar que aún estaba en medio de esto. Agitó su mano enseñando un cuchillo que había encontrado.

Esa era mi oportunidad, pero la tigresa se dió cuenta y corrió directamente hacia Ted.

Forcé mis piernas a todo lo que podían para dar un salto muy largo llegando hasta el chico, tomarlo y correr.

Le pedí el cuchillo y en cosa de segundos me giré y lancé el arma a su pie, fue un tiro espléndido pero, a pesar de la herida, esto no la detuvo.

Ella tenía mayor ventaja que yo al ver en la oscuridad, yo solo podía oírla y oler su sangre para saber qué tan cerca estaba de nosotros.

¿Qué debo hacer?

A pesar de las heridas que le había hecho, la motivación de matarme eran más grandes que su dolor.

Mis torpes pies tropezaron con una piedra y al caer dejé tirado a Ted un poco más lejos de mi.

Mis brazos temblaban mientras trataba de levantarme, alce el rostro y pude ver que había caído justo en frente de Nick. Creo que es la primera vez que veo su rostro tan asustado y frustrado, de seguro se sentía horrible al saber que no podía hacer nada para salvarme, si él saltaba aquí moriría enseguida de un tiro por su padre. La verdad no me molestaba que no viniera por mi para salvarme, si yo muero él podrá salvarse.

Ya sentía que todo estaba acabado, ya me estaba rindiendo, di todo lo que pude siendo mi primera vez en una pelea de verdad.

Lo siento, Nick... yo me rind-

- ¡Pelea!

Una pistola cayó sobre mi cabeza dejándome una herida en mi frente.

- ¡Te ordenó que pelees!- me gritó Nick
- Nick... - quería llorar, pero este no era el momento, si él creía que yo podría ganar entonces así debía ser

Apunte a Natasha que venía corriendo hacia mi. Al disparar el tiro rozó por su mejilla.

Maldición.

Por alguna razón soy muy mala para disparar y siempre fallo. Mi idea era herirla en el hombro pero no estuve ni cerca.

Toda esta situación me hizo ponerme nerviosa, mis manos temblaban y a penas podía apuntar otra vez.

- Tú... puedes.- la voz de Ted detrás de mi me despertó un poco del miedo y disparé sin pensar.

Esta vez le dispare rozando la sien, el hermoso rostro de Natasha se ensangrentaba cada vez más y esto la enfurecía, estaba a menos de diez segundos de mi y si no la detenía sería mi fin.

Concéntrate, Bonnie.

Inhale y exhale rápidamente y apunte exitosamente a su pierna, sin perder tiempo lo hice con la otra y se desplomó en el suelo.

Todo quedó en silencio durante unos segundos, Natasha estuvo a un segundo de matarme.

- Lo hice...- solté casi sin creerlo

El predador y la presa 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora