El predador y la presa 2

6.- El vestido

Mordía mi labio molesta y triste a la vez mientras nos alejábamos en el auto del hospital.

- ¿Tu tía siempre fue así de agradable?- preguntó con sarcasmo al detenerse en un semáforo

Sonreí con amargura al recordar los días que pasaba con mi tía Nancy cuando era niña.

- Es muy conservadora y bueno... yo era su sobrina favorita, pero ahora... aun siento sus ojos ácidos. - dije mientras frotaba mis brazos
- Al parecer tus hermanos no tienen problemas contigo.
- Así parece.-suspire- sólo quiero que...- me detuve sin saber si seguir o no
- "...que las cosas sean como antes" -dijo como si leyera mi mente.

Fruncí los labios.

- Sí, pero si así fuese tú no estarías conmigo... a veces me gustaría que hubiera un intermedio.

***

Navidad

Me paseaba por las calles buscando un vestido que le pudiera gustar a Nick. Él quería que me comprara algo perfecto para nuestra cena, pero sentía que nada era bueno.

Entré en la última tienda que me quedaba y me fui directo a lo que buscaba.

Saqué un vestido negro y me dirigía al probador.

Salí con el puesto y me di unas vueltas frente al espejo tratando de convencerme.

- Deberías usarlo en rojo.- dijo una voz femenina

Mire hacia un lado y una chica alta de cabello negro y unos preciosos ojos me sonreía. Llevaba un sombrero y abrigo bellisimo y sus largas piernas estaban semi cubiertas con unas botas color café.

Ladeé la cabeza y esta me entrego el mismo vestido, pero en color rojo.

- Creo que este vestido se te vería bien.

Sonreí tímida y lo tome entre mis manos.

- Gracias.
- ¿Tienes una cita?

La mire y esta se sonrojo un poco sonriendo avergonzada.

- Lo lamento, no debí preguntar. -dijo
- No me molesta... -abrí la puerta del probador- es mi primera Navidad con mi novio.
- ¡Wow! Entonces con eso lo dejaras sin palabras de seguro.

Cerré la puerta e intente quitarme el vestido pero no pude. Algo avergonzada le pedí ayuda a la chica.

- ¿P-Podrías...?
- ¡Claro!

Entro al probador y me bajo el cierre del vestido.

- Eh... eso...

Al parecer había notado la cicatriz de mi espalda.

- Ah, eso... sucedió cuando era niña.
- Ya veo...

Me ayudó con el otro vestido y salimos juntas al espejo. La chica se paro detrás de mi y coloco sus manos sobre mis hombros y me miraba como una madre orgullosa ve a su hija diciendo que es la más hermosa del mundo.

- Te queda perfecto.
- Vaya... - dije casi sin más- tenías razón.
- Te lo dije.  Lo quería para mi pero definitivamente no era de mi talla. -rió
- Iré a pagarlo enseguida.- dije mientras tomaba mi bolso
- No, no, no...- dijo deteniéndome- yo lo pague.
- ¿Qué? ¿cuando?

Rió para sí misma.

- Lo compre sin pensarlo y cuando me di cuenta que no era de mi talla me sentí tan torpe... vine a devolverlo, pero justo te vi a ti y pensé en lo hermoso que se te vería.

Sonreí ampliamente.

- Muchas gracias.
- De nada. -mira su reloj- Bueno linda, ya debo irme... espero de todo corazón que tu novio esté feliz con tu elección-me guiña el ojo- ¡oh! Y tengo un dato sobre zapatos y cabello- saca una tarjeta y me la entrega- ve allí y te harán un descuento.
- Mushisimas gracias
- De nada. -se marcha

***

Salí de la tienda donde le había comprado un brazalete a Bonnie. Abrí la puerta del auto vi de reojo entre la gente algo que me llamo la atención.
Una cabellera larga y negra iba entre varías personas que caminaban a esa hora.

Senti un escalofrío, casi como si algo horrible se acercara a mi. Ese largo cabello oscuro lo reconocería en cualquier lugar.

Sacudí mi cabeza para quitar esa estupida idea y subí al auto.

***

Llegue a casa antes que Nick, la cena estaba lista y yo también. En el salón de belleza que me recomendó la chica me alisaron el cabello y en la tienda de zapatos me sugirieron unos tacones rojos para el vestido.

Ordené un poco la mesa y oí la puerta de entrada, Nick ya había llegado y venía al comedor.

Nerviosa me arreglaba el cabello mientras él venía.
Parecía distraído y no alzó la vista hasta estar al lado de la mesa.

Sonreí esperando un halago por cómo me veía. Esperaba una sonrisa pícara de su parte, pero en lugar de eso parecía algo pálido y con algo de desconcierto.

- A-Ah... ¿Nick?

Me miraba fijamente petrificado, pero algo me decía que no me veía como siempre, era como si yo fuera otra persona.

Me acerqué a él y noté que sudaba frío.

- ¿Nick?

***

¿Qué mierda pasaba?
Sentía una imagen golpeando mi cabeza con fuerza.

Esa forma de peinarse, ese vestido y zapatos.

Mi corazón se aceleró aterrado ante esa imagen.

Quería huir, quería golpearla, quería gritar, pero mi cuerpo no reaccionaba.

- ¿Nick?

Su voz, ese aroma que tanto me fascinaba se acerco a mi y recién pude despertar.

- Bonnie...

Sus ojos estaban preocupados.

- Estas pálido. - dijo colocando su delicada mano en mi pecho
- L-Lo siento.
- ¿Estas enfermo o algo?

¿Qué carajos te pasa, Nick? - me dije para mí mismo.

- Lo siento, Bonnie... creo que me siento mal.
- Ah, ok... ve a recostarte. Ordenaré todo y... te llevaré algo.

No respondi nada, solo queria recostarme y que me dijeran que esto fue una pesadilla.

Mientras caminaba algo fatigado pensaba: ¿De dónde saco ese vestido Bonnie? ¿Por qué esta vestida como Nina el día en que murió?