8.- Viaje

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Durante la cena todo estaba muy tenso e incómodo.
Solo miraba mi comida sin mucho apetito esperando a que Nick me explicara que se supone que haríamos para ese día.

***
Nick y yo casi ni hablamos, se pasaba todo el día fuera de casa haciendo quizás que cosas.

Mañana se celebraba Año Nuevo y los nervios en mi estómago nadie los podía calmar.

Cuando veo a Nick entrar con una maleta a la habitación me extraño completamente.

- ¿A dónde vas?- pregunté

Camino hacia su armario y comenzó a sacar ciertas prendas.

- Nos vamos.
- Espera ¿qué? ¿A dónde?
- Nos vamos a Paris... haz tu maleta.

Seguía guardando sus cosas sin prestar atención a mi impactada reacción.

- ¿Qué rayos sucede?
- Nos vamos mañana, en la tarde sale nuestro vuelo.
- Pero... ¿y la fiesta en la casa de tu papá?
- No iremos.
- Tengo entendido que está prohibido faltar... podrían matarte.
- No si tengo una buena excusa. - cerro su maleta y se metió en mi armario para guardar mi ropa
- ¿Excusa? ¿Qué dirás?
- Se lo explicaré después a mi padre.
- Pero ¿Qué es?

Solo me ignoraba mientras guardaba mi ropa.

- Nick. - puse mis manos sobre las suyas para al fin tener su atención - dímelo.
- Me odiaras.
- Solo dilo.

Soltó un suspiro y se sentó en la cama.

- Hay un tipo en Paris... llamado Gustave Tiger... es uno de los grandes enemigos de mi padre.- se tomo una pausa y me desvío la mirada- si lo mató no creo que le moleste que falte.
- Dijiste que no matarías más.
- Lo se... lo sé pero entre matar a alguien y tu... prefiero matar a todo el mundo a que alguien te haga daño.
- Dime que es lo que pasa en Año Nuevo.
- Una de las tantas cosas que hacen es organizar un espectáculo al principio de la noche. Se eligen mascotas al azar y se les encierra en un salón donde deben matarse unos a los otros. Solo debe quedar uno y debe sobrevivir hasta las doce de la noche y se le perdonara la vida. Si son más de las doce entonces se mata a los que queden.

Me quede sin palabras.

- Hace dos años Charlotte participó ahí.

Por eso se puso tan pálida y triste cuando le pregunte. Ella había logrado sobrevivir a eso de una horrible manera.

Me senté al lado de Nick y puse mi mano sobre la suya.

- Yo solo quiero protegerte, nadie sabe que nos vamos... solo Jake y Charlotte.

Decidí ceder a pesar de lo que Nick debía hacer.

- Ok... entonces vamos a Paris.

Acaricio mi mejilla y beso mi frente.

- Te amo, Bonnie.

***

Al día siguiente note que Nick dejo ir a toda la seguridad y empleados de la casa. No quería que nadie estuviese cuando nos fuéramos.

Termine mi desayuno mientras esperaba que él viera los últimos detalles.

- ¿Ya estas lista? - preguntó cuando entró
- Sí.

Se acercó a mi y me dio un tierno beso.

- Te amo.- dije
- Lamento hacerte pasar por esto.
- Al menos me servirá para viajar. - intente ver el lado positivo
- Tómalo como unas mini vacaciones.

Sonreí y le di un abrazo.

- Ya debemos irnos. Ya deje las maletas en el auto.
- Claro, vamos.

Caminamos hasta el salón, pensaba en lo que sería subirme al avión e irme de aquí con Nick.

Nos detuvimos al mismo tiempo y nuestra sorpresa fue igual. En el sofá se encontraba el padre de Nick fumando un cigarro junto a varios guardaespaldas detrás de él y a su lado una de sus mascotas, una chica mitad leopardo.

Sonrío al vernos y se puso de pie.

¡Descubrió nuestro plan!

- ¿Qué haces aquí, padre?
- Pues vine a recogerte...
- No comprendo.
- Pues andaba por el barrio y como se que hoy es la fiesta de Año Nuevo... pues pensé que podría pasar a recoger a mi hijo favorito.

¿Cómo rayos nos zafaríamos de esto?

- Pero aun no estoy arreglado y podrás notar que mi mascota tampoco.

Era tan extraño oírlo llamarme así otra vez.

El señor Fox sonrió despreocupado.

- Solo vamos. En casa te daré un traje y podrán arreglar a tu mascota.

Mi corazón se acelero por el miedo y pensaba que hasta él podría oírlo.

- Vamos, la limusina nos espera.

Vi de reojo el rostro de Nick y se veía muy tranquilo, pero podía notar que su cuerpo estaba tenso.

¿Por qué teníamos la mala suerte de que nos llevara a la fiesta?

Nadie sabia que nos íbamos y aunque Nick le dijera que quería ir a Paris a matar a Gustave, a su padre no le habría gustado... solo funcionaría sí fuera después de haber faltado a la fiesta, no antes.

Caminamos hasta el gran vehículo negro y nos subimos. Me fui todo el camino con la mirada baja suplicando que nada malo pasara. Podía ver como mis piernas temblaban y no podía calmarlas.

El predador y la presa 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora