IX - Tantas ganas

166 10 1
                                    

Hinata ha ganado el partido ya que en las pausas, un azabache en las gradas lo veía. Solo por esa razón ha conseguido ganar.

Y sí, también se han vuelto a juntar al terminarlo, pero esta vez lo ha buscado Tobio a Shoyo, porque ha visto como vuela más arriba que la cancha y cada vez que va a rematar, siente como si fuera algo hermoso que merece estar en la cima. Necesita verlo solo por eso. Pero verlo ya no es suficiente, necesita hablarle.

Por eso ahora el Karasuno se ha separado de ambos, o más bien han sido ellos mismos los que han desaparecido entre los demás equipos. O quizás el mundo mueve sus piernas para ir donde hay más intimidad, donde son aun más libres de hacer o decir casi todo lo que piensas o su cuerpo quiere hacer. Si restricción.

Todo es tan...

...perfecto

Así han pasado toda la semana hasta llegar al sábado. Final del campeonato e ir a la casa de Kageyama, ¿puede pedir algo más Hinata?

Cada vez tiene más claro lo que quiere de Kageyama, cada vez sabe que es más dependiente de este. Y aunque le duela decirlo, puede ser un problema. Seguramente sea su cabeza que quiere jugarle en contra y cuando es feliz hacerlo infeliz, porque nuestro cerebro funciona así, siempre en contra nuestra.

Y aunque sea cierto, Hinata no se rinde para luchar contra sus pensamientos. No va ha dejar que su pesimismo domine su felicidad ahora mismo.

Pero ahí está otra vez, dejando atrás a su equipo para ir con el azabache que ha hecho lo mismo para cruzar sus pasos y así encontrarse uno al otro. Tan hermoso que sus piernas corren por si solas hacia la felicidad.

Y solo es el comienzo del crecimiento de una flor que parecía no crecer mucho y que ya ha decorado su alrededor de mismas flores que crecen junto a la primera.

Cada vez son más conscientes, pero aun les queda algo y su cabeza hará clic, y en ese momento van a entenderlo todo.

Y ahí están, sentado en los bancos de descanso del Karasuno a pesar de no pertenecer Kageyama a ese sitio. Pero está ahí, hablando con miradas conectadas al pelirrojo, ese que no se pierde ninguna palabra dicha.

—Bueno, igualmente creo... —antes de decir otra cosa más, suena la sirena diciendo que el tiempo para calentar o entrenar da su fin. A ambos este momento les recuerda a la segunda vez que se vieron y no evitan sonreírse—. Buena suerte, rey.

—Buena suerte, reina —Kageyama va a la izquierda y Hinata a la derecha colocándose cada uno en su sitio para que el partido de su comienzo.

Solo unos pocos segundos para que vuelva a sonar la sirena que indica que este campo comienza la partida. El equipo de Kageyama es el que comienza sacando por el mismo, haciendo un perfecto punto nada más empezar.

Antes de volver a tirar y sacar de nuevo, echa una mirada a Hinata que este nota, se sonríen mientras se dicen con eso un "Que gane el mejor". No es una sonrisa de las que siempre se dan, es una llena de adrenalina y competitividad.

Y vuelve a sacar, pero esta vez el líbero consigue recibirla y levantarla al aire para que Sugawara, el colocador, la coloque a Hinata quien ahora va a rematar y no a actuar como señuelo. Es la final y la gente guarda mucho silencio para que los jugadores se concentren. Son el centro de las miradas.

Hinata salta, remata tan fuerte que puede jurar que rompería el suelo al llegar. Kageyama como siempre lo ve volar como un cuervo, como la reina de un rey que casualmente es él. Conectan miradas muchas veces, demasiadas, sintiendo que solo son ellos los que juegan.

Pero el esfuerzo del resto no se resta, ya que sin ellos no pueden hacer ni la mínima parte de lo que consiguen hacer.

Dos sets, uno ganado por un equipo y el otro por el otro equipo. Último set decisivo, el tres. Este elije quien gana y quien pierde.

Without end [ Kagehina ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora